Melilla recuperó ayer su desfile militar, suprimido en 2008 y retomado el año pasado a medias en la medida que se suprimió el despliegue motorizado.
Alrededor de 2.5000 soldados de ambos sexos contribuyeron a poner de manifiesto una vez más la estrecha vinculación entre la sociedad melillense y el estamento militar; estrechamente imbricadas e históricamente vinculadas a esta ciudad.
Estudiantes melillenses y ciudadanos en general contribuyeron e hicieron posible un tradicional homenaje a la bandera que un año más mostró la estrecha complicidad del público con su Ejército como parte de un mismo pueblo.
Guardias civiles y legionarios fueron los que más aplausos cosecharon en un colorido desfile que llenó de gente las principales calles de nuestra ciudad.
Melilla y el Ejército tienen un pasado y un presente común, que esperan poder prolongar en un futuro con la misma e importante incidencia para el conjunto de nuestra sociedad. De hecho, sigue viva la petición de crear en nuestra ciudad algún tipo de centro de instrucción que permita devolver al estamento militar su mayor incidencia en el devenir de nuestra tierra.