El Colegio de Arquitectos denunció su contratación por parte de la Ciudad Autónoma.
El consejero de Fomento del Gobierno local, Rafael Marín, salió ayer en defensa del técnico cuya contratación por parte de la Ciudad Autónoma ha sido anulada por el Juzgado, al entender que ésta se produjo “a dedo”. El caso tiene mayor peso si tenemos en cuenta que dicho arquitecto fue el encargado de dar el visto bueno a las obras del futuro Teatro Kursaal.
No obstante, Marín subrayó que la sentencia no es firme y que ha sido recurrida. Además, apuntó a que “es una estratagema política por parte del Colegio de Arquitectos de la ciudad”, que fue el colectivo que denunció la contratación. “Todos sabemos la actitud que tienen con el Gobierno local, y más cuando se trata del Kursaal”, subrayó el consejero.
Al hilo, mostró su más firme convicción de que lo sostenido por el Colegio de profesionales es falso y que la contratación se realizó “con total limpieza”. Así, no le quedó más que afirmar que el acusado “es un profesional excelente”, al tiempo que recordó que, en lo que al teatro se refiere, el proyecto cuenta con el beneplácito del Ministerio de Cultura.
“Amigo afortunado”
Según sostiene el colectivo de arquitectos, la Administración local buscó la contratación concreta de una persona, de “un amigo afortunado”, en lugar de otro profesional “que seguramente hubiera estado más capacitado”.
“Esta actitud impide que los jóvenes puedan optar a puestos que se merecen”, concluyeron desde el Colegio.