Esta imagen de unos jóvenes, en ocasiones niños, durmiendo sobre cartones en un rincón en de la urbanización Minas del Rif no es nueva para los vecinos de la zona. Desde hace muchos meses, las esquinas escondidas de estos edificios se han convertido en el ‘refugio’ de estos chicos. Los vecinos del barrio del Hipódromo aseguran que no saben qué hacer ante esta situación.
La persona que envió esta fotografía a El Faro explicó que estos adolescentes y jóvenes se pasan toda la noche dando vueltas por la zona del puerto comercial con el objetivo de llegar a uno de los barcos que sale de Melilla y viajar como polizón a la península. Indicó que noche tras noche intentan este objetivo y cuando ven que ya no pueden lograr alcanzar los buques, regresan a esta urbanización. Allí nadie se mete con ellos ni les grita ni les dice nada. Son muchos los espacios libres en Minas del Rif para esconderse o descansar sin ser molestados.
Tan solo los servicios de limpieza de la ciudad les molestan. Cuando llegan los barrenderos o los vehículos de cubas para valdar la zona, tienen que dejar este espacio que consideran seguro.
Los operarios del servicio de limpieza les quitan los cartones, pero al día siguiente vuelven a encontrar otros y regresan a esas esquinas a descansar.
El vecino que realizó la foto explicó que le da mucha pena que haya chicos tan jóvenes en la calle. Viven de la caridad durante todo el día porque no quieren marcharse al centro de acogida. Si hicieran eso luego no podrían escaparse a tiempo para ir a los muelles a intentar colarse en los barcos.
Los educadores de calle, si es que sigue ese programa, indicó este melillense, no llegaron nunca al barrio ni entraron en las Minas del Rif para hablar con estos chicos e intentar convencerles de que la vida en la calle no es su mejor opción. Los voluntarios de Cruz Roja sí están a veces por allí y les ofrecen leche y galletas.
Este vecino afirma que hay que dar una solución a esta situación por el bien de los niños y jóvenes que duermen durante las mañanas en Minas del Rif. Además, apunta que da mala imagen para el barrio ver a estos chicos en la calle y que muchos habitantes de la zona les tienen miedo, porque les identifican con personas que les van a querer robar.
Además, resalta que todas las noches y mañanas hay grupos de entre 15 y 20 menores en la puerta de la Policía Local. Los cogen los agentes en la calle por la noche y antes de llevarles a La Purísima, les hacen las fichas. Muchos, según el vecino, han estado ya en el centro, pero cuando pasan una noche fuera, les dan de baja en esta institución y los agentes deben volver a recoger sus datos para ingresarles en el centro.