Pasada la una de la tarde, Helena Maleno, la activista de Derechos Humanos, lanzaba el mensaje por Twitter de “nos alertan de la llegada esta madrugada a Chafarinas de treinta y cinco personas, entre ellas veintisiete mujeres”.
Sin embargo, casi a las cinco de la tarde avisaba de que “las autoridades dicen que no han encontrado nadie en Chafarinas. Preocupación porque los teléfonos de las personas no funcionan y no sabemos nada sobre su posible paradero”.
Maleno contó a El Faro que les “daba miedo que hayan ido a otro sitio y les haya pasado algo”.
La Guardia Civil, que en cuanto vio en aviso se pusieron a buscar a las personas, tuvieron noticia del día de ayer de nadie que hubiese llegado a alguna de las islas, según explicó la benemérita a El Faro.
Desde Salvamar, contaron que “no habían recibido ningún aviso” para ir a las islas Chafarinas.
Desde Delegación del Gobierno tampoco tenían ninguna información sobre la llegada de migrantes. “Por parte de COGEMEL no se ha detectado ninguna llegada a las islas Chafarinas. Tampoco hay información por la Gendarmería Real Marroquí”, declaró Delegación.
Helena Maleno pertenece al colectivo Caminando Fronteras, cuyo trabajo principal consiste en avisar a Salvamar y a las autoridades competentes cuando los propios migrantes envían un mensaje al colectivo avisando de su presencia. Por regla general se suelen localizar las embarcaciones, como cuenta la Guardia Civil, pero en esta ocasión no se ha localizado.
La tal Helena Maleno se debería comprar un buena casa y meter a los inmigrantes, y no disparar con la pólvora del Rey.