La ONG apunta que desde el pasado viernes el Gobierno central ha rechazado más de nueve peticiones en Melilla, una de ellas la de la joven que dio a luz en el CETI.
Parece que con la actual situación política que viven España y Marruecos, muchos de los solicitantes de asilo que residen en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) llevan “las de perder”. Así lo señaló ayer a 'El Faro' uno de los integrantes de la ONG local Prodein, al tiempo que anunció que desde el pasado viernes se han rechazado numerosas peticiones para poder permanecer en territorio nacional por causas humanitarias.
Uno de los casos más dramáticos es el de la joven de origen marroquí que durante su estancia en el CETI quedó embarazada de una persona de confesión hindú, algo que tiene hasta penas de cárcel en Marruecos. De este modo, y según ha podido comprobar este periódico, el Ministerio del Interior alega en la carta en la que se rechaza su petición de asilo que el relato de la afectada es “contradictorio”, y que no se dan las pruebas suficientes para considerar “que pueda sufrir una persecución en Marruecos por el colectivo al que pertenece”.
Así pues, rechazan que pueda permanecer en España por razones humanitarias, que es lo que demandaba la joven, quien también sostiene que huyó del país abandonando a su marido, algo que podría acarrearle más consecuencias si vuelve al reino alauita.
“El viernes, cuando estaba en el CETI, me avisaron de que se me iba a retirar la tarjeta de petición de asilo. Después me llevaron a Comisaría y me hicieron firmar un documento. No entendía su contenido, así que solicité una traductora que tan sólo me indicó donde tenía que poner mi nombre”, declaró la afectada a 'El Faro'. De igual manera, la joven sostiene que también se le retiró la 'tarjeta amarilla' a seis personas más el mismo día.
“El Ministerio del Interior parece no conocer ni el Código Penal ni el código Civil marroquí que pena con cárcel a las mujeres embarazadas que no ha contraído matrimonio religioso, ni parece conocer que dichos códigos que prohíben y condenan a cárcel a las mujeres que tienen relaciones con hombres de otra religión. Seguramente sus homólogos del Gobierno marroquí dirán que dichos preceptos no se aplican, pero la realidad es tozuda y podemos demostrar, si fuera necesario, que eso no es así. Por otro lado es fácil entender cuales son las consecuencias que pueden sufrir las mujeres marroquíes en este trance cuando vemos que cerca de un centenar de cristianos extranjeros han sido expulsados de Marruecos en poco más de dos meses por el supuesto delito de proselitismo”, añadieron desde la ONG.
Jugarse la vida
En este aspecto, Prodein no duda de que se producirán casos similares los próximos días, y que tal situación está llevando a muchos solicitantes de asilo “a jugarse la vida pasando a la península escondidos en los bajos de un camión”.
Como ya denunció la ONG, a estas personas se les impide embarcar a los buques que enlazan Melilla con Málaga o Almería pese a que presentan la tarjeta de asilo, un hecho del que también se ha hecho eco la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).