La eliminatoria se queda 1-1 y los melillenses están obligados a ganar un partido en Burgos.
El público que acudió al segundo choque de la eliminatoria de ascenso no pudo ver al mismo equipo que el pasa do viernes venció al Ford Burgos e forma magistral.
El partido tuvo dos partes bien diferentes, una primera en la que la igualdad fue la nota predominante durante los 20 minutos y una segunda donde el equipo de Gonzalo García desaparecí prácticamente del Pabellón Javier Imbroda Ortíz.
El primer tiempo arrancó con dos equipos que cometieron muchas imprecisiones. La primera canasta no llegó hasta los dos minutos de juego, y fue Jiménez quién abrió el marcador. Pero Blair puso la réplica en la siguiente jugada. La igualdad era la tónica del primer periodo y ninguno de los dos equipos era capaz de lograr una pequeña diferencia para poder mantenerla. Un triple de Huertas puso el maracdor en 11-8, pero el conjubnto de Casadevall fue capaz de recortar diferencias., 16-15 y a falta de dos minutos para el final darle la vuelta al choque, 18-23.
En el segundo cuarto las cosas no cambiaron y los dos equipos siguieron en el intercambio de canastas. Los melillenses lograban ponerse dos puntos por delante de los burgaleses con dos puntos de Robinsson, pero el equipo de Gonzalo García no lograba coger las riendas del choque y abrir una importbate brecha en el electrónico. Melilla conseguía estar en el partido gracias al acierto de Óscar González desde la línea de 6,75 metris y Burgos a la estabilidad de Lorant. Al final una pequeña diferencia de dos puntos con una canasta de Morley.
En el tecer cuarto el equipo melillenses desapareció de la pista del Javier Imbroda Ortíz, a pesar de que los melillenses comenzaron anotando con un triple de un inspirado Huertas. Pero todo fue un espejismo, ya que el equipo visitante cogió la manija del choque, eso sí , ayuda do por el conjunto de Gonzalo García que falló cinco ata ques consecutivos de la mano de Robinsson, que estuvo muy desacertado durante toda la tarde. Los rebotes también fueron fundamentales, ya que el equipo burgalés podía repeir los lanzamiento dos y tres veces en la misma jugada, con todas esas oportunidades a Melilla tan sólo le quedaba por cuanta diferencia ivan a perder. Una jugada de dos más uno de Coppenrath y dos puntos de Huertas maquillaron el marcador, 48-57.
No eran muchos puntos los que tenía que remontar el decano de la LEB, pero desde luego la ac titud del equipo en la cancha no hacía presagiar la remontada local. Los últimos diez minutos fueron una continuidad del tercer cuarto, siete puntos de salida de los hombres de Casadevall, hicieron pedir un tiempo muerto a Melilla, a falta de 8’25”, pero el equipo de Gonzalo Garcíua no levantaba cabeza y en la primera jugada de los visitantes Castro anotó un nuevo triple. En las filas locales tan sólo Coppenrrath intentaba forzar la remontada, pero el equipo melillense ya estab fuera del partido. Los minutos finales fueron de puro trámite donde el equipo que dirige Gonzalo García fue capaz de recortar diferencias.
El público que acudió al segundo choque de la eliminatoria de ascenso no pudo ver al mismo equipo que el pasa do viernes venció al Ford Burgos e forma magistral. El partido tuvo dos partes bien diferentes, una primera en la que la igualdad fue la nota predominante durante los 20 minutos y una segunda donde el equipo de Gonzalo García desaparecí prácticamente del Pabellón Javier Imbroda Ortíz.El primer tiempo arrancó con dos equipos que cometieron muchas imprecisiones. La primera canasta no llegó hasta los dos minutos de juego, y fue Jiménez quién abrió el marcador. Pero Blair puso la réplica en la siguiente jugada. La igualdad era la tónica del primer periodo y ninguno de los dos equipos era capaz de lograr una pequeña diferencia para poder mantenerla. Un triple de Huertas puso el maracdor en 11-8, pero el conjubnto de Casadevall fue capaz de recortar diferencias., 16-15 y a falta de dos minutos para el final darle la vuelta al choque, 18-23.En el segundo cuarto las cosas no cambiaron y los dos equipos siguieron en el intercambio de canastas. Los melillenses lograban ponerse dos puntos por delante de los burgaleses con dos puntos de Robinsson, pero el equipo de Gonzalo García no lograba coger las riendas del choque y abrir una importbate brecha en el electrónico. Melilla conseguía estar en el partido gracias al acierto de Óscar González desde la línea de 6,75 metris y Burgos a la estabilidad de Lorant. Al final una pequeña diferencia de dos puntos con una canasta de Morley.En el tecer cuarto el equipo melillenses desapareció de la pista del Javier Imbroda Ortíz, a pesar de que los melillenses comenzaron anotando con un triple de un inspirado Huertas. Pero todo fue un espejismo, ya que el equipo visitante cogió la manija del choque, eso sí , ayuda do por el conjunto de Gonzalo García que falló cinco ata ques consecutivos de la mano de Robinsson, que estuvo muy desacertado durante toda la tarde. Los rebotes también fueron fundamentales, ya que el equipo burgalés podía repeir los lanzamiento dos y tres veces en la misma jugada, con todas esas oportunidades a Melilla tan sólo le quedaba por cuanta diferencia ivan a perder. Una jugada de dos más uno de Coppenrath y dos puntos de Huertas maquillaron el marcador, 48-57.No eran muchos puntos los que tenía que remontar el decano de la LEB, pero desde luego la ac titud del equipo en la cancha no hacía presagiar la remontada local. Los últimos diez minutos fueron una continuidad del tercer cuarto, siete puntos de salida de los hombres de Casadevall, hicieron pedir un tiempo muerto a Melilla, a falta de 8’25”, pero el equipo de Gonzalo Garcíua no levantaba cabeza y en la primera jugada de los visitantes Castro anotó un nuevo triple. En las filas locales tan sólo Coppenrrath intentaba forzar la remontada, pero el equipo melillense ya estab fuera del partido. Los minutos finales fueron de puro trámite donde el equipo que dirige Gonzalo García fue capaz de recortar diferencias.