Las Fiestas Patronales de Melilla son esperadas todos los años por los ciudadanos. Son nueve días de feria donde se sale de la rutina y se disfruta en familia y con los amigos. Pero también significa un desafío para los agentes de seguridad, quienes deben organizar un dispositivo a fin de garantizar que las actividades programadas se desarrollen sin incidentes.
La Policía Nacional desplegó a 12 agentes como subgrupos de trabajo en cada turno y a ellos se suman los guías caninos, policías de paisano, un helicóptero que sobrevuela el recinto ferial y la ciudad, agentes de la Policía Local, voluntarios de Protección Civil, además de la Guardia Civil que se ubica en el puerto deportivo para vigilar a quienes sigan la fiesta.
Este año, la feria se ha desarrollado con tranquilidad, solo con incidencias leves y sin alarma de ningún tipo.
La premisa en este tipo de eventos es garantizar la seguridad de la ciudadanía y hacer de las fiestas de la ciudad un espacio para el sano disfrute y entretenimiento.