UGT exige a las constructoras que los obreros solo trabajen esta semana de Feria las 24 horas semanales que están recogidas en el convenio y que no se obligue a los trabajadores a echar más tiempo en las construcciones. Desde la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de este sindicato se hizo un llamamiento a las empresas para que cumplan con el convenio colectivo porque hay constructoras que no lo están haciendo. Indicó que a los trabajadores les corresponden dos días de descanso esta semana por estar en Fiestas Patronales.
Pero ejecutar el convenio va más allá de respetar el descanso de los obreros en esta Feria. Son varias las constructoras que aún no han adoptado la nueva tabla salarial que deben implantar y no han cumplido con los atrasos de la subida salarial que debió aplicarse tanto en 2017 como en 2018.
Pérdida de poder adquisitivo
Pero el secretario general de la federación, Abderramán El Fahsi, y el secretario de Acción Sindical, Mimon Hamed, explicaron a El Faro que, a pesar de haber mejorado los salarios en el nuevo convenio laboral, lo cierto es que los trabajadores del sector de la construcción han perdido poder adquisitivo en estos años.
El Fahsi remarcó que en Melilla los salarios de los obreros están por debajo que en la península a pesar de contar con el plus de residencia. Indicó que no comprende cómo ocurre algo así siendo ahora el salario mínimo de unos 900 euros y teniendo que añadir en nuestra ciudad este complemento.
Para UGT FICA la situación que están soportando los trabajadores transfronterizos en la ciudad es una “vergüenza”. Indicó que, lamentablemente, la situación va a peor y no hay forma de la Administración colabore para mejorar la tramitación que tienen que hacer estos profesionales para poder ser contratados en Melilla, donde se necesita de muchos de ellos, sobre todo en el mundo de la construcción porque tienen una alta cualificación y años de experiencia.
En manos de empresarios
Los dos representantes sindicales aseguraron que ahora mismo es como si las empresas fueran las propietarias de estas personas. Aseveraron que están en una situación muy complicada porque reciben un permiso de trabajo para un año, como mucho y para estar en una constructora. Indicaron que es como estar esclavizado a esta empresa porque si protestan, les pueden echar y pierden su permiso para hacer su trabajo en Melilla.
De esta manera, si dejan la empresa, pierden el permiso de trabajo. Si una constructora se hacer cargo de un proyecto y quiere subrogar a estos trabajadores, no puede porque pierden su licencia para estar trabajando en Melilla. Asimismo, si la empresa cambia de dueño, por ejemplo, que pase de un padre a un hijo, estos trabajadores transfronterizos se van a la calle porque no les permiten trabajar, sino que tienen que volver a solicitar su permiso.
La situación en la que se quedan estas personas es de absoluta vulnerabilidad, añadieron desde UGT FICA.
Y frente a esta situación, en Melilla son necesarios estos trabajadores porque son profesionales muy especializados y de alta cualificación que no hay en nuestra ciudad. De hecho, muchos de ellos llevan más de 15 años en la ciudad y ahora cuando termina un proyecto no encuentran la forma de ser contratados porque los trámites para los permisos de trabajo se alargan en el tiempo.
Burocracia
Aseguraron que la burocracia que hay detrás de cada documento que precisan es incomprensible.
En este sentido, indicaron que piden ahora en Extranjería un documento del Servicio Público de Empleo (SEPE) en el que diga que hace falta un profesional de su cualificación y cuando van al SEPE se encuentran con que no se está publicando las profesiones de difícil cobertura.
Desde el sindicato no comprenden por qué no se hace una normativa específica para Melilla y Ceuta sobre los trabajadores transfronterizos. Remarcó que son las dos únicas ciudades donde se produce este fenómeno y se podría hacer una legislación que respetara los derechos de las personas que trabajan con profesionalidad desde hace años en las dos autonomías. Aseveraron que gracias a estos obreros cualificados se han podido hacer nuevos edificios y rehabilitar, por ejemplo, Melilla La Vieja.
UGT FICA indicó que lo único que esperan es que los permisos de trabajo estén en mano de las personas que los solicitan y no de las empresas y puedan ser más largos de un año para que puedan contar con estabilidad.