El diputado del PP a Cortes señala que las medidas de Zapatero y el rechazo a subir la bonificiación de la Seguridad Social “son un varapalo al estado de bienestar”.
Al Partido Popular de Melilla todavía le escuece la negativa del Gobierno central a su propuesta de aumentar la bonificación de la Seguridad Social al 50 por ciento, ya que el diputado a Cortes de dicha formación política, Antonio Gutiérrez, expresó ayer ante los medios de comunicación su disgusto por el ‘no’ del Ejecutivo socialista a la toma en consideración de la Proposición de Ley.
Así, el popular considera que tal respuesta supone un “frenazo a las posibilidades de expansión económica de la ciudad’, la cual se ve agravada por el hecho de que el Partido Socialista “no atendió a razones durante el desarrollo del debate en el Congreso”.
“No se trataba de decir sí o no a la Proposición, sino de tenerla en consideración, ya que estábamos abiertos a posibles modificaciones en la misma”, precisó Gutiérrez, quién además lamentó que la mayor parte de las formaciones políticas de corte nacionalista votaran en contra cuando su postura habitual es la defender los intereses de las autonomías. “No quiero ni pensar que se negaron por ser el caso específico de Melilla. Cuando Ceuta defienda lo mismo comprobaremos si se repite actitud”.
De igual manera, el diputado del PP realizó una valoración sobre las nuevas medidas adoptadas por Zapatero para luchar contra el déficit estatal. En este sentido, afirmó que “no se han recortado las políticas sociales del Gobierno porque estas nunca han existido”, al tiempo que añadió que tales decisiones han supuesto “un auténtico varapalo para el estado de bienestar y un claro debilitamiento del Gobierno español, ya que las iniciativas han venido impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos”.
Al hilo de su intervención ante los medios de comunicación, lamentó que los más perjudicados por este paquete de medidas sean los jubilados, los pensionistas y las personas en situación de dependencia, e incluso llegó a insinuar que la congelación de las pensiones podría resultar inconstitucional, ya que estas se garantizaron por Ley en 1997.
Por tanto, no le restó más que conminar al Ejecutivo de Zapatero a practicar recortes en otras áreas y a “cerrar el grifo del despilfarro”. Además aseguró que, a título personal, veía con buenos ojos la reducción salarial de los parlamentarios, una medida que podría ser aplicable “al resto de autonomías españolas”.
Sin discurso
Gutiérrez no dudó en señalar que con la postura adoptada por Zapatero, su Gobierno “se ha quedado sin discurso político alguno”, y afirmó que las medidas habían causado como primer efecto “que un buen número de ministros hayan corrido a esconderse”, pues en el Consejo celebrado ayer estuvieron ausente ocho máximos responsables de las diferentes carteras del Gobierno, incluido el presidente Zapatero.
“Lo que ha planteado el Ejecutivo socialista es imposible de asumir en tres días”, añadió Gutiérrez, quien además mostró sus dudas ante el modo en que defenderán algunos de estos puntos en el Parlamento.