Ayer, al filo de las siete de la mañana, 200 personas se abalanzaron sobre la valla que separa Melilla de Marruecos con la intención de atravesar el perímetro fronterizo y entrar en nuestra ciudad.
A pesar de que las fuerzas del orden estaban prevenidas, el despliegue de los inmigrantes a lo largo de más de un kilómetro y la falta de medios hizo que finalmente medio centenar de personas lograran colarse.
Se trata de uno de los asaltos más virulentos que se han producido en nuestra ciudad, los inmigrantes atacaron a los agentes con los garfios que emplean para escalar la verja y también lanzaron piedras. Llegaron incluso al enfrentamiento cuerpo a cuerpo con policías y guardias civiles y seis de ellos resultaron heridos, además de dos de los inmigrantes
Es cierto que en lo que va de año la entrada de inmigrantes irregulares en Melilla ha ido a la baja, la frontera y la cooperación con Marruecos venía funcionando relativamente bien, aunque el número aún era elevado, pero ha quedado demostrado que faltan medios para detener los saltos masivos como el que se produjo ayer.
La AUGC reivindica que faltan más de 300 agentes para poder hacer frente a las tareas de seguridad que requiere la protección del perímetro y desde el Gobierno central se sigue haciendo oídos sordos a esta demanda. No se entiende que no se coja el toro por los cuernos y se solucione de una vez por todas esta falta de personal, como tampoco se comprende que se deje a los agentes que trabajan en la frontera a su suerte.