El quinto día de competición del Certamen de Teatro Actor César Jiménez contó con una actuación en defensa del medio ambiente y otra con dos historias con moraleja y un toque cómico y cómplice.
El centro docente La Salle-El Carmen y el instituto Miguel Fernández pisaron las tablas del escenario del Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC) con las obras ‘Canción de esperanza’ y ‘Dos sainetes y un compás’. Así, el público que asistió a la quinta jornada del X Certámen Actor César Jiménez pudo ver dos representaciones con temática muy dispar. Por un lado, La Salle escogió una obra que trata los problemas medioambientales de la Tierra, con un texto reformado para el concurso; y por otro, el Miguel Fernández apostó por una mezcla entre dos comedias adaptadas al lenguaje de los jóvenes y al contexto melillense.
Hoy es el último día del concurso de teatro para niños y jóvenes de los centros docentes de Melilla y el encargado de cerrar la edición de este año con su actuación es el instituto Leopoldo Queipo, con su obra ‘Los dientes del diablo’, que se representará a las 17:30 horas en el PEC.
Entrega de premios
En este sentido, la Consejería de Educación y Colectivos Sociales, la organizadora del certamen, aún no ha explicado cuándo van a representar su obra los dos centros que presentaron tarde su solicitud. Así, no es seguro que finalmente puedan escenificar sus obras a pesarde que en un principio se comentó todo lo contrario.
No obstante, el viernes 7 de mayo será la entrega de premios en este mismo escenario a las 17:30 horas. Un acto al que están invitados todos los colegios y actores que han participado en la décima edición del ‘César Jiménez’.
‘Canción’ de La Salle
La obra ‘Canción de esperanza’ de La Salle-El Carmen contó con ocho actores con papeles principales, más un grupo de once bailarinas y varios alumnos que se debe sumar y que desempeñaron otras acciones como el montaje del escenario, las luces o el sonido. En resumen, más de 20 alumnos participaron en esta apuesta del centro por una obra con un mensaje medioambiental.
El director de la obra, Gabriel Molina Domínguez, informó de que esta obra de teatro forma parte de un proyecto de innovación que se lleva haciendo desde hace varios años en el centro, y con el que se escoge un tema del interés de los alumnos y se realizan exposiciones y actividades, entre las que se incluyó la representación de ‘Canción de esperanza’, un texto original de la directora del colegio.
El proyecto en concreto fue la Semana Medioambiental que se realizó hacer varios meses, y que según indicó la directora, “como a la gente le gustó mucho, nos animamos a presentarla al concurso”.
“Así, la hemos reformado para participar este año en el Certámen César Jiménez, de forma que se han ampliado algunos bailes, se han cambiado exposiciones que tenía en voz en off y, ahora se van a representar, para que sea entretenida, ya que la obra original tenía un carácter divulgativo”, explicó Molina.
En referencia a los objetivos que se pretende con la incursión de los alumnos en el teatro, el director de la obra indicó varios, pero destacó el trabajo en equipo y la alegría de los alumnos cuando se esfuerzan en una actividad y reciben su recompensa con el trabajo bien hecho.
“El teatro es una de las mejores actividades que se pueden hacer para estos chicos porque de ninguna manera se puede aplicar mejor el trabajo en equipo, pues aquí tiene tanta importancia el protagonista, como el que le da a la luz, porque sino no se le va a ver”, destacó Molina. Además, explicó que “si todos lo hacemos bien, sale bien; y si algunos lo hacemos bien y otros no, no funciona, por lo que todos tenemos que dar lo mejor”.
Dos historias en una obra
El instituto Miguel Fernández representó ‘Dos sainetes y un compás’, obra extraída y adaptada de dos textos dramáticos de Carlos Arniche, ‘Nicanor o a quién reparto la suerte’ y ‘Vaya pareja de científicos’.
La directora de la obra, Aureliana Cano, indicó que escogieron una mezcla entre ambas obras porque son graciosas y porque el público iba a disfrutar y pasarlo bien viendo la representación. as
“Aunque era difícil para los alumnos porque tiene un vocabulario del Madrid castizo, lo hemos adaptado al lenguaje moderno”, destacó Cano sobre el texto de la obra representada.
El decorado fue “muy escueto”, como describió la propia directora de la obra, por lo que se basaron en el juego de luces para dar relevancia a los relatos de los personajes que salieron a escena.
Toda la trama se desarrolla en un juzgado, donde se intercalaron las dos historias, de forma que cuando terminó una, se iluminó la otra parte del escenario para continuar con el relato.
En la obra han paticipado diez alumnos de tercero de la ESO, y según comentó Cano, la han realizado exclusivamente para este certamen de teatro.
“El objetivo es que ellos han elegido es meterlos en el mundo del teatro, pero no solamente para la representación del instituto sino para sacarlos fuera y que se vean en un escenario mayor y en un teatro de verdad”, explicó la directora de la obra.
Por otro lado, y como todos los sainetes de Arniche, la obra tenía moraleja, y como se cuentan dos historias, de esta obra se extraen dos.
Del primer relato, “quien gasta mucho dinero en el juego acaba perdiéndolo todo, por lo que se debe jugar de otra manera que no sea en juegos de azar”, comentó Cano, “y de la segunda historia que no hay que dar por hecho teorías sobre psicología o el mundo, por el simple hecho de que estén en un libro, ya que la realidad te muestra lo que es la vida en realidad”.