Según los últimos datos publicados en la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística(INE) el 10,4% de los hogares españoles tuvo “muchas dificultades” para llegar a fin de mes en 2018. Un 1,1% más que en 2017. En el caso de los hogares melillenses son un 14,2%, tan solo un 0,6% más que en 2017, cuando fueron 13,6% de los hogares melillenses, lo que sería alrededor de unos 509 hogares que manifestaron en 2018 que tuvieron muchas dificultades para poder llegar a finales de mes.
En el caso de la otra Ciudad Autónoma, Ceuta, la cifra se torna preocupante: 26,2%. La cifra supera en casi quince puntos el porcentaje nacional, y en casi diez el de Melilla.
Aunque también es una cifra alarmante si se compara con cifras de años anteriores, ya que en tan solo un año antes, en 2017, era el 13,6% de los hogares ceutíes los que mostraban muchas dificultades económicas para llegar a fin de mes, un año más tarde, se aumenta se aumenta la cifra hasta superar el 25% de la población.
Ingresos medios
La renta media por persona en 2018 alcanzó los 11.412 euros, 338 euros más que en 2017. En el caso de los melillenses, las cifras en este apartado son bastante positivas: en 2018, la renta media de Melilla se situó en 12.507 euros. Alrededor de 2.300 euros más que en 2017 (10.161 euros).
En el caso de Ceuta también ha habido cierta tendencia de mejora en la la media de ingresos por persona desde el año 2015. En 2018 la renta se sitúa en 9.784 euros, 108 euros más que en 2017, y 1.271 euros más que en 2015 (una renta de 8.512 euros).
Afrontar imprevistos
En cuanto a la capacidad de poder afrontar gastos imprevistos la media del país se sitúa en un porcentaje del 35,9. Una cifra media que a pena sha variado comparado con 2017: 36,6%.
En el caso de nuestra ciudad, son un 40,3% de melillenses los que no tuvieron capacidad de poder afrontar gastos imprevistos, casi un 10% más que en 2017(30,6%).
Esta cifra vuelve a tornarse preocupante en el caso de los ceutíes, de los cuales el 64,6% no tenía capacidad de poder afrontar gastos imprevistos en 2018. Un año antes superaban el 40%.
Baja la exclusión social
Las estadísticas también recogen la tasa AROPE (A risk of poverty or social exclusion), este índice fue creado en el año 2010 con el fi de poder medir la pobreza relativa en Europa y así ampliar la tasa de riesgo de pobreza, que anteriormente solo contemplaba los ingresos medios.
Por tanto, este índice aborda el riesgo de pobreza en el que se encuentra una población basándose en los datos de carencia de material y la baja intensidad de empleo. En nuestro país la tasa AROPE de riesgo de pobreza y exclusión social se situó en 26,1%, una cifra que mejora un poco frente al 26,6 % registrado en 2017.
Según el análisis del INE , esta reducción se debe gracias al aumento de la “baja intensidad de empleo”, se pasó de un 12,8% a un 10,7%; y a la bajada del riesgo de pobreza, de un 21,6% a un 21,5%. En cambio, señalan que el factor de la carencia de material subió unas del 5,1% al 5,4%.
En el caso de Melilla esta tasa de riesgo de pobreza y exclusión social sitúa en 2018 en un 24,1% de la población, frente al 29,4% del año anterior. La reducción se produce de la misma forma que a nivel nacional: disminuye el riesgo de pobreza(de 26,2% a 21,4%) y la carencia de material (de 9,4 % a un 8,6%); pero ha aumentado el porcentaje de hogares con baja intensidad de empleo que pasa de un 13,9% en 2017 a un 15,6%.
Necesidades básicas
El 8,7% de los melillenses tuvo dificultades para afrontar los gastos relacionados con su vivienda principal, ya sea con el pago de la hipoteca, el alquiler y el resto de facturas de cosas tan imprescindibles como el agua o el gas. Se sitúa a un 0,1 por debajo de la media nacional (8,8%). Este porcentaje ha bajado tan solo un 0,9% respecto a 2017 y un 3,8% en 2016.
El 11,9% de los melillenses no puede permitirse mantener la vivienda a una temperatura adeudada. Este porcentaje fue de un 6,2% el año anterior, aunque superaba el 17% en 2016.
Por otro lado, el 3,2% de los melillenses no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días. Esta cifra era inferior en 2017 con un 2,1%, aunque en 2016 y 2015 era superada: 6,1% y un 10,3% respectivamente. En cuanto a la disposición de vehículo para poder manejarse por la ciudad, el 9,8% de los melillenses no dispone de automóvil propio, una cifra que baja frente al 11,3% de 2017.
Son datos difíciles de entender, el PIB de Ceuta es mayor que el de Melilla. A partir de ahí no tiene sentido los datos que dicen que adelantamos en riqueza a los de Ceuta, ya avisa el INE que los datos de Ceuta y Melilla por el bajo muestreo puede contener errores.