El neurólogo melillense Jesús Romero indicó que la aparición de enfermedades neurodegenerativas cada vez son más frecuentes y prevalentes en nuestra sociedad. El principal factor de riesgo de estas enfermedades son la edad, es decir, cada vez vivimos más tiempo, por lo que este factor de riesgo está directamente implicado con la probabilidad de tener enfermedades neurodegenerativas.
Romero participó hace unas semanas en la XVII Jornadas de Enfermería de Melilla donde destacó que las enfermedades de este tipo más frecuentes son el alzehimer y el parkinson.
“La primera es una enfemedad que se conoce de hace muy poco tiempo, ya que se describió en 1907 a través de una mujer que comenzó a perder ciertas habilidades y cuando murió vieron todos los cambios que la enfermedad había provocado”, explicó Romero.
“Para su diagnóstico, se suelen descartar otras causas y otras demencias que pueden estar provocadas por la falta de vitaminas o algunas provocadas por sustancias como los esteroides, que pueden simular una demencia y tienen tratamiento y hasta curación”, según indicó este experto en neurología .
De forma que más de la mitad de los enfermos de demencia, en concreto un 55 por ciento, padece la enfermedad de alzehimer.
Temblor involuntario
El parkinson es otra de las enfermedades frecuentes del envejecimiento y se trata de un padecimiento que afecta, sobre todo, al sistema motor, bien por temblor en estado de reposo de los miembros, rigidez o por lentitud en los movimientos.
Cada vez más hay información y se avanza en esta enfermedad, como por ejemplo, se sabe que “no sólo influye en el aspecto motor, sino que en algunas ocasiones, el paciente va perdiendo habilidades mentales superiores y otros síntomas no motores de la enfermedad, como la depresión, muy frecuente en estos pacientes o el trastorno del sueño”, reseñó Romero.
Aunque estas dos enfermedades son típicas del envejecimiento pueden afectar también a gente joven.
Las formas precoces de ambas enfermedades vienen determinadas por unos genes, mientras que la forma de inicio tardía aún no está clara su determinación.
Otro de los elementos que se debe tener en cuenta es que este tipo de enfermos necesitan muchos cuidados, pero también es necesario atender a los propios cuidadores, ya que son los que más sufren estas enfermedades e incluso ellos pueden preocupar más que los propios enfermos, como declaró Romero.
“Como cada vez vivimos más, se está institucionalizando la ayuda sociosanitaria, de forma que son muy importantes los Centros de Día para que el cuidador también que libere y se le permita hacer otras cosas”, indicó.
Por otro lado, Romero destacó que para que el cerebro no se atrofie es necesario realizar un entrenamiento diario con el objetivo de que continúe activo, además de llevar una dieta equilibrada.
Así, informó de que es mejor “jugar una partida de parchís que una partida con un videojuego porque se está interactuando con otras personas, ya que a la vez que te diviertes estás utilizando tu razonamiento y esto es mucho más estimulante con gente alrededor”.