No obstante, en lo relativo Melilla el asunto ha reverdecido a causa de la remodelación de la Cruz de los Caídos de la Avenida Duquesa de la Victoria. Inaugurada con su nuevo aspecto el 17 de marzo de este año, no ha sido hasta ahora, en que ha sido objeto de crítica por parte de la hija del represaliado matrimonio del capitán Leret y la escritora Carlota O’Neill, cuando ha suscitado también la crítica del PSOE local.
Parece ser que si no es por la citada Carlota Leret O’Neill nadie hubiera apreciado que la simbología franquista del remodelado monumento fue trasladada al Cementerio de la Purísima. En todo caso, valga la ocasión más que la oportunidad para abrir un debate pendiente en esta ciudad: la simbología franquista y su pervivencia en nuestras calles.