Un cielo nuboso que no amenazaba con lluvia pero refrescaba la mañana, acompañó la procesión del Santísimo que recorrió las calles de Melilla. Los devotos vivieron con fe la más grande celebración cristiana.
Luego de recibir la bendición de Dios en la misa, se dio paso al recorrido por las calles de la ciudad. La banda de Cornetas y Tambores encabezaron la comitiva. Miembros de las cofradías, hermandades y autoridades civiles y militares siguieron el trono del Santísimo.
Esta procesión es parte de la tradición cristiana. Aunque en años anteriores se realizaba por las tardes, este año, pasadas las 10:45 de la mañana comenzaban a salir los feligreses de la iglesia. El recorrido del trono por las calles de Melilla comenzaría en breve.
Agradecen el horario
Javier Amar, responsable de la agrupación musical Jesús Cautivo, recordó que la celebración del Corpus Christi es la fiesta más grande del cristianismo. “Llevamos varios años colaborando con la vicaría de Melilla para darle sones musicales, al trono del Corpus”.
Con la banda habían 47 personas, aunque faltaron muchos, dieron lo mejor de sí para honrar al Santísimo. El cambio en el horario de la procesión, fue una decisión acertada para Amar, y “debería quedarse así”.
Manuel Rodríguez, miembro de la junta de Gobierno de Nuestro Padre Jesús de la Flagelación y Nuestra Señora del Mayor Dolor, coincide con Amar en que la celebración del “Corpus es lo más importante que tenemos nosotros porque sale Jesús sacramentado y es la fiesta más grande de los cristianos”.
Aunque hay unos años con más o menos participación, los melillenses acompañan al Santísimo. El cambio en el horario ha sido bien recibido por los melillenses, quienes acompañaron el recorrido.
Elena Jiménez hizo memoria y recordó que hace años las procesiones eran en las mañanas y posteriormente pasaron a la tarde. “Me parece bien que vuelvan a las mañanas, pero entre gustos. Siempre que he podido, vengo a la celebración del Corpus”.
A Enrique Cantón le parece mejor realizar la procesión en las tardes, sin embargo, no faltó a la salida del trono. Acudió acompañado de su familia.
En la procesión
Muchas familias se sumaron a la procesión del Santísimo por los siete altares, ese es el caso de Carmina López.
Nervios y orgullo sentía Unai de Haro Morata, quien llevó el incienso a lo largo de la procesión junto a una compañera. “Este es mi primer año, me siento nervioso y con felicidad”, dijo. Por su parte, Eva Acri participa por primera vez; ella era una de las encargadas de sacar el trono con otros compañeros.
También por primera vez asistieron padre e hijo a la salida del Santísimo. Javier Grande Canela quiere inculcarle valores religiosos a su pequeño. “Me gusta la iglesia, soy creyente pero no practicante”.
Los niños que hicieron la primera comunión este año lucieron los trajes y acompañan la procesión. Siete altares fueron dispuestos a lo largo del recorrido. En cada parada se vivieron momentos muy emocionantes, quienes oraban y cantaban.
El cortejo lo abrió la banda de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, luego la cruz parroquial. Estaban las hermandades de Pasión y de Gloria, le seguían las parroquias y los niños de comunión; los inciensarios de la Flagelación, Cautivo, Nazareno y Soledad que antecedían el Trono del Santísimo.
Seguían el vicario episcopal y sacerdotes; el coro de la Comisión Interparroquial, las autoridades, los feligreses y cerraban la procesión la agrupación musical de Nuestro Padre Jesús Cautivo.