Un aire de fervor cristiano y mucha fe se respiraba en la iglesia del Sagrado Corazón de Melilla en la celebración del Corpus Christi.
La eucaristía inició puntualmente, a las 10:00 de la mañana. El templo estaba lleno de feligreses quienes, año tras año, acompañan la ceremonia y reciben la bendición del Santísimo.
El vicario Eduardo Resa pidió a los devotos y a los niños que este año hicieron la comunión y llenaron una nave de la iglesia, no dejar de participar en la misa del domingo, y compartir la visión de Jesús.
El vicario también recordó la labor de Cáritas en favor de los más desfavorecidos. En el sermón, el vicario dijo que “en nuestras calles hay hambre de solidaridad, de justicia. Nuestros ojos en cuanto salgamos a ellas, encuentran dramas de mil rostros de pobreza que reclaman nuestra atención”. Jesús, en la custodia, recorrió las calles, para impulsar la fe.
Con la comunión de los fieles y el saludo de paz entre los cristianos, culminó la misa para dar paso a la procesión.