La fortuna no acompañó al conductor de este camión que en ayer en la mañana miestras circulaba por la zona centro de Melilla sufrió la pérdida de un enorme cristal, que como era de esperar, al caer al suelo de la calzada se hizo añicos con un gran estruendo.
No sólo el ruido alertó a los melillenses que circulaban con sus coches y a los viandantes, ya que los pequeños cristales inundaron parte de la rotonda anexa a la plaza de España situada al comienzo de la calle Marina Española, provocando una pequeña acumulación de coches en la zona.
Así, el tráfico rodado tuvo ciertas dificultades para sortearlos hasta que una unidad de la Policía Local situó su coche justo encima, varios minutos después de producirse el accidente, y comenzaron a regular la circulación de vehículos hasta la recogida de estos objetos cortantes.