La interculturalidad estuvo presente la noche del 14 de mayo en el Salón de Actos de la UNED por dos motivos: uno en memoria del Día de la Shoah y otro a favor del Diálogo Intercultural. El concierto de ‘Sonidos para el Diálogo’ reunió cerca de un centenar de personas que disfrutaron de composiciones de músicos europeos del siglo XX y de artistas que fueron perseguidos por el holocausto nazi.
En la primera parte actuaron la cellista Barbara Riccabona y la pianista Gisela Jöbstl, que interpretarán piezas de Zoltan Kodaly, Leoš Janácek, Maurice Ravel, Ernest Bloch y Henriëtte Bosmans.
En la segunda parte, la soprano Nora Usterman, acompañada al piano por Luis Ricoy, cantaron nanas tradicionales en judeo-español, yiddish y hebreo.
El concierto concluyó con la interpretación conjunta de dos canciones muy especiales: ‘Wiegela Wiegela’ de la compositora Ilse Weber, asesinada en el campo de concentración de Auschwitz junto con su hijo Tommy.
Camino de la cámara de gas fue cantando a los niños esta nana que ella misma había compuesto. Y ‘Eli Eli’, poema de Hannah Szenes con música de David Zahavi. Hannah Szenes, poetisa de origen húngaro, fue entrenada por el Ejército Británico para lanzarse en paracaídas sobre Yugoslavia para salvar a los judíos de Hungría, quienes estaban a punto de ser deportados al campo de concentración de Auschwitz, Szenes fue detenida en la frontera húngara, llevada a prisión y ejecutada por fusilamiento.
Este encuentro también tuvo el objetivo de recordar a aquellas mujeres que fueron víctimas del exterminio, especialmente porque son “las más invisibles” tal como explicó la directora de la Fundación Yehudi Menuhin, Anabel Domínguez. Además, destacó la figura del artista Yehudi Menuhin quien, según afirmó Domínguez, “fue un humanista que pensaba que había que hacer encuentros entre culturas por el entendimiento”, y por ello la fundación con su nombre organizó esta función.
‘Sonidos para el Diálogo’ también fue un encuentro especial por parte de la soprano hispanoargentina, Nora Usterman, quien es descendiente de personas que fueron perseguidas en la Segunda Guerra Mundial: “Para mí esto es muy emocionante porque parte de mi familia estuvo en la Shoah”.
Como me hubiera gustado estar presente en ese concierto, no solo por ser amante de la música y el bello canto, sino por el motivo de ser "Encuentros entre Culturas y para el diálogo".
Y en recuerdos de mis amigos de la infancia judíos y musulmanes, que disfrutábamos de una convivencia de paz y respecto en nuestro querido barrio, que luego se extrapoló al colegio, instituto de García Cabrelles y con algunos también al ejército.
Fue una época entrañable y que marcó mi personalidad.