La selección española de balonmano masculina se ha desquitado este domingo, en Melilla, de la derrota del pasado jueves ante Austria, en partido correspondiente a la cuarta jornada de la EHf Eurocup, con una victoria por 35-31.
La afición melillense se volcó con el combinado nacional no parando de animar desde el primer minuto, disfrutando de un bonito espectáculo.
Sin embargo, Noruega sigue liderando la clasificación, pese a que ambos equipos están empatados a 6 puntos, con una mayor diferencia de goles (+24 por +7 de los españoles).
Los 'hispanos' no lo tuvieron nada fácil y sufrieron para imponerse a una correosa Austria, que en los últimos cinco minutos de partido cedieron la derrota en el Pabellón de Deportes Javier Imbroda Ortiz, en un choque de gran igualdad y de alternativas.
Jordi Ribera, seleccionador nacional, aprovechó esta nueva jornada para dar oportunidades a todos sus jugadores para conjuntar el bloque y consolidarlo para el próximo europeo.
Austria comenzó sorprendiendo en ataque en los compases iniciales, consiguiendo mandar el marcador en los primeros cinco minutos (2-3), aunque pronto España reaccionó, tras ajustar su defensa y encontrar espacios al contragolpe para llevar la iniciativa en el juego y situarse por primera vez en el electrónico a los siete minutos (4-3).
Los 'hispanos' jugaban con gran velocidad en su juego ante un rival que no podía parar a los de Jordi Ribera, que a los nueve minutos despegaban con una máxima diferencia de 4 tantos (7-3).
Sin embargo, Austria mejoró en defensa y también en ataque conseguía buenas circulaciones de balón para encontrar espacios ante la meta de Corrales, consiguiendo de este modo que meterse en el partido con ajustadas desventajas (8-7, minuto 13).
Pero España no se relajaba y conseguía sacudirse la presión austríaca con buenas transiciones muy bien finalizadas desde los extremos para mantener ventajas de entre dos y tres goles en el marcador para llegar al descanso con un favorable 18-15.
El guión del encuentro cambió en la segunda mitad, ya que Austria salió muy fuerte y con un parcial de 1-4 logró igualar el choque (19-19). Los 'hispanos' tenían problemas para neutralizar el ataque de Austria, aunque al igual que en el inicio del segundo tiempo corrigió sus problemas defensivos y confió en su fortaleza ofensiva para seguir dominando el partido, aunque no lograba despegar.
Pese a ello, España volvía a confiarse para darle vida a un rival que no desaprovechó el bajón para situarse por delante el electrónico (27-28, minuto 49).
Jordi Ribera tomó buena nota de las intenciones de su adversario y se vio obligado a pedir un tiempo muerto para intentar cambiar la dinámica. Fue a partir de entonces, cuando los 'hispanos' ajustaron su defensa y fueron netamente superiores a los austríacos, desbordados una y otra vez ante las buenas acometidas ofensivas, y a medida que pasaban los minutos, España ampliaba su ventaja, desde 29-28 (51') a 33-28 (54'), dejando totalmente resuelto el partido para disfrute de un público melillense que levantó el ánimo de la selección cuando más lo necesitaba en el partido. Austria se veía incapaz de parar a los españoles, que cada acción de ataque terminaba en gol hasta el definitivo 35-31.