El Ministerio del Interior publicó ayer los datos correspondientes a las entradas de inmigrantes irregulares a Melilla durante la segunda quincena del pasado mes de marzo. Unos datos que mantienen la tendencia positiva iniciada desde comienzos de año especialmente en las llegadas de embarcaciones a nuestras costas.
En lo que va de año, una sola patera ha arribado a nuestro litoral, un descenso del 83,3 por ciento frente a los datos que se registraron durante 2018.
Es en las entradas terrestres donde se sigue registrando el mayor número de llegadas. Aunque es cierto que ha habido un descenso del 11.9 por ciento respecto al año pasado, han sido casi 200 los inmigrantes irregulares que han cruzado la frontera entre Marruecos y España durante la segunda mitad de marzo, y ya son casi 1.200 los que lo han hecho en lo que va de año.
Queda claro que el ‘punto débil’ para el control de la inmigración irregular en nuestra ciudad se encuentra en el perímetro fronterizo y siguen siendo demasiadas personas las que entran sin ningún control en Melilla.
Los datos apuntan a que se han mejorado cosas respecto al año anterior, pero aún queda mucho por andar. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha dejado sobre la mesa una serie de mejoras indispensables para que la frontera cuente con los recursos necesarios, ahora solo queda que después de las elecciones, gobierne quien gobierne, estos compromisos se cumplan y el plan para la reforma de la valla no se guarde en un cajón.