El líder del grupo IV de la Segunda División B encara su recta final en la preparación del auténtico partido del año ante el potente equipo del Granada CF en Los Cármenes.
La jornada de ayer supuso el regreso al trabajo de la plantilla azulina después de la jornada de descanso concedida por el cuadro técnico.
La Unión Deportiva Melilla encara de esta forma la recta final de su semana de pasión que concluirá con el 'encuentro' del próximo domingo ante su más inmediato perseguidor, el Granada CF. Un partido donde los de García Tébar tienen mucho que ganar y poco que perder.
Si el líder es capaz de salir victorioso de Los Cármenes o al menos arañar un resultado positivo, asestaría un golpe definitivo para asegurarse la participación en los 'play off' de ascenso y supondría, de igual manera, dar un paso crucial en busca del entorchado de campeón.
La plantilla está preparada para ello, se respira en el ambiente, pero también es consciente de que la tarea no va a resultar nada fácil, será uno de esos partidos que cualquier futbolista desearía jugar.
Enfrente tendrán a un equipo herido en su orgullo tras la derrota sufrida hace dos semanas ante el Marbella y el empate cosechado el último domingo, en su feudo, ante el Real Betis 'B'; pero no hay que olvidar que la plantilla rojiblanca es una de las mejores y más completa de los ochenta equipos que engloba la actual Segunda División 'B'.
Una plantilla formada por jugadores de calidad y de trabajo pero que hasta la fecha, no ha logrado el equilibrio necesario para resolver con la misma solvencia los partidos que afrontan lejos de su estadio.
El conjunto de la Alhambra tratará de hacer valer el potencial demostrado hasta ahora en Los Cármenes, una auténtica fortaleza, en donde los nazaríes no conocen la derrota. El Granada CF es el mejor equipo local del Grupo con unos datos demoledores: quince partidos jugados, de los que ganó doce y empató en tres ocasiones. Es junto a la UD Melilla el único equipo invicto. Ha conseguido cuarenta goles y ha encajado trece; por lo que ha sido capaz de sumar 39 puntos de los 45 disputados en terreno granadino.
Pero los nazaríes saben que no les visita un rival cualquiera. Reciben al mejor visitante del Grupo, un equipo que ha demostrado más regularidad que ellos tanto fuera como en casa y que lo ha llevado a asentarse en la primera posición de la tabla desde hace ya muchas jornadas y que no está dispuesto a ceder ni un ápice.
Para ello, los hombres de García Tébar se emplearon a fondo en la sesión matinal de ayer.
La plantilla trabajó al completo. Todos se ejercitaron al mismo nivel de exigencias y demostraron que, si todo sigue igual y no surge ningún contratiempo, el míster lo tendrá muy complicado para confeccionar la convocatoria.
En primer lugar llevaron a cabo, en una zona del terreno de juego principal junto a una de las porterías, una serie de ejercicios para el fortalecimiento de cuádriceps.
A continuación realizaron juego consistente en pasarse el balón con las manos con la premisa de mantener el sentido del bloque.
Posteriormente los jugadores se trasladaron al anexo donde llevaron a cabo un circuito conformado por cuatro postas en las que dos eran espacios reducidos, de diferentes dimensiones, para la disputa de partidos con y sin porteros; en la tercera debían realizar un rondo en espacio reducido e imprimiendo intensidad y en la cuarta, el grupo correspondiente llevaba a cabo un partido de fútbol tenis.
Seguidamente, los azulinos se trasladaron nuevamente al terreno principal donde realizaron varias repeticiones de un circuito en el que se incluían recorridos largos, conducciones, pases y remates a portería.
A renglón seguido los jugadores, distribuidos en tres grupos diferenciados, realizaron un trabajo en situación real de juego donde la misiva principal era el envío de balones a las bandas mediante continuos cambios de orientación.
Antes de finalizar con los consabidos ejercicios de estiramientos, el técnico azulino formó dos equipos que disputaron un partido de fútbol a mitad de campo al que invadió la zona central de obstáculos con la finalidad de llevar el juego a las bandas y evitar el desarrollo del mismo por el centro.