La insistencia del secretario de Estado para la Unión Europea respecto del trato favorable que a su juicio ya reciben Melilla y Ceuta de la UE, derrumba las expectativas de las dos ciudades cara a un futuro, en que el nuevo reparto de fondos europeos puede suponer una grave merma añadida a las ayudas que hemos venido recibiendo hasta ahora.
López Garrido parece ignorar que en el presente septenio ya hemos dejado de percibir casi un 60% de los fondos UE y que con vistas al reparto del próximo septenio corremos el riesgo de perder todas las ayudas, si no se promueve la política que los gobiernos ceutí y melillense vienen demandando en atención a nuestras singularidades, extrapeninsularidad y desequilibrios económico-sociales.
Como dijo ayer el consejero de Presidencia, es evidente que la percepción que muestra el Gobierno Zapatero es muy distinta a la que tenemos desde Melilla, donde nuestra situación de frontera sur, con una alta población en situación de pobreza, con grandes niveles de analfabetismo y un paro endémico altísimo, exigen de políticas preferentes y del claro apoyo del resto de Europa.