El periodo de rebajas, que finalizó este fin de semana, ha sido para los comerciantes “muy flojo”, registrando ventas inferiores a las de 2009, especialmente en febrero
Una vez que el periodo de rebajas finalizó este fin de semana, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, hizo un balance muy negativo sobre el saldo de ventas del gremio. A pesar de que el mes de enero las ventas aumentaron al haber gran variedad de artículos en las tiendas, éstas cayeron en picado en el mes de febrero, registrándose cifras muy inferiores incluso al mismo periodo en 2009. Ya en vistas a la temporada de primavera y verano, los comerciantes confían en que el consumo se reactive.
No obstante, el comportamiento del consumo y de las ventas en época de rebajas, “ha ido en la línea que todos esperábamos”. “Los primeros 20 días fue muy bien porque el frío de invierno ha venido este año tarde” y en los últimos meses de 2009 las compras propias de la estación se retrasaron hasta principios de 2010. Sin embargo, entrando ya en el mes febrero las ventas disminuyeron notablemente: “ha habido un parón muy importante, se dejó de vender y empezó a llegar la temporada de primavera”, apuntó Alcoba.
Precisamente, los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntaban recientemente a un aumento notable en el índice de ahorro en las familias que podría repercutir positivamente en la reactivación del consumo. En este punto el presidente de Acome aseguró que este hecho “no se ha notado apenas” pues a mitad de febrero “ya había pocos artículos rebajados”, dijo.
Que el tiempo acompañe
Posiblemente este descenso se deba a que tradicionalmente el mes de febrero siempre ha sido “un mes de transición”, dijo Alcoba, a la temporada primavera verano. Especialmente las grandes franquicias que están presentes en la ciudad también colaboran a adelantar los nuevos artículos de temporada de perjuicio de los comerciantes melillenses que no consiguen vender su mercancía.
La climatología también juega un papel importante pues “si en noviembre no hace frío la gente no compra porque hace calor y se espera hasta enero”, razonó el presidente de Acome, y justamente el invierno melillense es más corto de lo habitual el verano se adelanta a los meses de abril y mayo por lo que los comercios locales se quedan sin vender la mercancía de primavera.
Un círculo vicioso en el que Alcoba confía en que “el tiempo nos acompañe y el verano no comience en mayo” pues en el momento en el que las grandes franquicias “comienzan muy pronto a recibir la mercancía de la nueva temporada y a nosotros se nos va de las manos”, concluyó Alcoba.
En este sentido, el presidente de los comerciantes melillenses criticó que las grandes marcas vivan a este ritmo “acelerado” que lleva a adelantar muy tempranamente las nuevas colecciones y en verano se venderá artículos de invierno y en la época fría se venderán artículos de verano: “Sea como sea el 1 de marzo no ha empezado la primavera por mucho que se quiera”.
Una vez que el periodo de rebajas finalizó este fin de semana, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, hizo un balance muy negativo sobre el saldo de ventas del gremio. A pesar de que el mes de enero las ventas aumentaron al haber gran variedad de artículos en las tiendas, éstas cayeron en picado en el mes de febrero, registrándose cifras muy inferiores incluso al mismo periodo en 2009. Ya en vistas a la temporada de primavera y verano, los comerciantes confían en que el consumo se reactive.No obstante, el comportamiento del consumo y de las ventas en época de rebajas, “ha ido en la línea que todos esperábamos”. “Los primeros 20 días fue muy bien porque el frío de invierno ha venido este año tarde” y en los últimos meses de 2009 las compras propias de la estación se retrasaron hasta principios de 2010. Sin embargo, entrando ya en el mes febrero las ventas disminuyeron notablemente: “ha habido un parón muy importante, se dejó de vender y empezó a llegar la temporada de primavera”, apuntó Alcoba.Precisamente, los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) apuntaban recientemente a un aumento notable en el índice de ahorro en las familias que podría repercutir positivamente en la reactivación del consumo. En este punto el presidente de Acome aseguró que este hecho “no se ha notado apenas” pues a mitad de febrero “ya había pocos artículos rebajados”, dijo.
Que el tiempo acompañe
Posiblemente este descenso se deba a que tradicionalmente el mes de febrero siempre ha sido “un mes de transición”, dijo Alcoba, a la temporada primavera verano. Especialmente las grandes franquicias que están presentes en la ciudad también colaboran a adelantar los nuevos artículos de temporada de perjuicio de los comerciantes melillenses que no consiguen vender su mercancía.La climatología también juega un papel importante pues “si en noviembre no hace frío la gente no compra porque hace calor y se espera hasta enero”, razonó el presidente de Acome, y justamente el invierno melillense es más corto de lo habitual el verano se adelanta a los meses de abril y mayo por lo que los comercios locales se quedan sin vender la mercancía de primavera. Un círculo vicioso en el que Alcoba confía en que “el tiempo nos acompañe y el verano no comience en mayo” pues en el momento en el que las grandes franquicias “comienzan muy pronto a recibir la mercancía de la nueva temporada y a nosotros se nos va de las manos”, conclude marzo no ha empezado la primavera por mucho que se quiera”.y/ó Alcoba.En este sentido, el presidente de los comerciantes melillenses criticó que las grandes marcas vivan a este ritmo “acelerado” que lleva a adelantar muy tempranamente las nuevas colecciones y en verano se venderá artículos de invierno y en la época fría se venderán artículos de verano: “Sea como sea el 1 de marzo no ha empezado la primavera por mucho que se quiera”.