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La ausencia del presidente y de Francisca Conde provoca que el PP no tenga votos suficientes para que se dé luz verde a las cuentas. La oposición no quiso aplazar la celebración del pleno
El mal tiempo dejó a Melilla ayer sin presupuestos. El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y la diputada del PP Francisca Conde no llegaron al pleno convocado a las 12:30 horas para la aprobación definitiva de las cuentas para 2017. Su ausencia provocó una situación insólita e inesperada. Los votos en contra de los 12 miembros de la oposición fueron suficientes para que el proyecto de presupuestos no pudiera salir adelante.
La niebla jugó ayer una mala pasada al Gobierno local. Lo que se preveía como una sesión plenaria de trámite, dio un cambio de rumbo en el último momento. Las malas condiciones climatológicas advertían de que el avión en el que viajaba el presidente podía no llegar a la hora prevista. Sin él y con la ausencia de Conde, que venía en el mismo vuelo, y de Paz Velázquez, de baja por maternidad, la aprobación de las cuentas se auguraba imposible.
Desde el Ejecutivo local se decidió convocar entonces una Junta de Portavoces para plantear opciones alternativas. A las 12:15 horas aún no se sabía si la sesión plenaria se celebraría o no. Sin embargo, la reunión en el Salón Verde duró pocos minutos. La oposición tenía una oportunidad única de ganar la votación y no quiso desaprovecharla. A las 12:30 horas, tal y como estaba previsto, arrancaba un pleno atípico, con una bancada popular casi desierta. A las ausencias de Imbroda, Velázquez y Conde, se sumaron los retrasos de las consejeras Esther Donoso y María de los Ángeles Gras y del consejero Javier González, que se incorporaron a la sesión una vez empezada.
El primero en tomar la palabra fue el portavoz del Grupo Popular en la Asamblea, Daniel Conesa. Las conclusiones ya eran claras antes de empezar, y así lo expresó Conesa, consciente de que los presupuestos no podrían ser aprobados. El popular explicó que en la Junta de Portavoces se les había ofrecido varias opciones a los miembros de la oposición, pero que éstos “legítimamente” las habían rechazado. Ni quisieron retrasar el pleno a la tarde, ni optaron por dejar sobre la mesa el punto de los presupuestos.
“Van a tener una victoria pírrica”, aseveró el vicepresidente primero de la Ciudad, que advirtió de que las cuentas volverán a pasar por pleno y entonces sí serán aprobadas. Dejó claro que lo de ayer era más anecdótico que otra cosa. Eso sí, una muestra perfecta de cómo la climatología puede afectar a la vida de los ciudadanos melillenses en todas sus facetas.
Por su parte, el presidente de Coalición por Melilla (CpM), Mustafa Aberchán, tuvo claro que la desierta bancada popular no era más que una muestra de “irresponsabilidad” de parte de los diputados. “Nosotros hemos hecho los deberes”, aseveró el cepemista, que consideró que el hecho de que los presupuestos no salieran adelante iba a ser lo mejor para los melillenses.
La portavoz del Grupo Socialista apenas utilizó unos minutos de su turno de palabra para dejar claro que como ya habían hecho en la votación provisional, no iban a dar su apoyo a estas cuentas.
Asimismo, el líder de Ciudadanos en la ciudad, Eduardo de Castro, apuntó que las reglas “son iguales para todos” y por tanto consideró que no podía suspenderse un pleno porque dos de los diputados de un partido no hubieran podido llegar a tiempo. “Tenemos que ser coherentes y pensamos que estos presupuestos no se ajustan a nuestros criterios”, apostilló.
Menos de media hora
En menos de media hora, el pleno estaba concluido. Con 10 votos a favor y 12 en contra, por primera vez en esta legislatura, el Gobierno no pudo sacar adelante uno de los proyectos llevados a la cámara. Ahora habrá que esperar para ver cuál es el procedimiento que hay que seguir para que las cuentas puedan ser aprobadas. El portavoz del Grupo Popular indicó que se agilizarán al máximo los trámites, pero reconoció que tendrá que consultarse con los técnicos cómo hay que realizar una gestión insólita en nuestra ciudad y poco habitual en general.
Ambiente distendido entre la oposición, con canción de cumpleaños a Eduardo De Castro
El ambiente entre la oposición era ayer más amable de lo habitual. Acostumbrados a que la mayoría del PP junto al apoyo del Grupo Mixto sea suficiente para sacar adelante todas las propuestas del Gobierno en pleno, los doce diputados de CpM, PSOE y Ciudadanos sabían que tenían una oportunidad que difícilmente vuelta a repetirse en esta legislatura, la de determinar con sus votos el curso de la gestión del Gobierno. Al contrario de lo que ocurrió en la bancada del PP, en el lado de la oposición no había ninguna ausencia. La casualidad quiso, además, que la celebración del pleno coincidiera con el cumpleaños del líder de Ciudadanos, Eduardo de Castro. Tanto fue así, que los miembros de la oposición cantaron el cumpleaños feliz en la puerta del Salón de Plenos a De Castro a la conclusión de la sesión. La victoria de ayer, que el portavoz del Grupo Popular, Daniel Conesa, calificó de “pírrica”, les supo a gloria a los doce diputados de la oposición.