Diez niñas tuteladas por la Ciudad podrán vivir de forma autónoma en dos pisos que ha habilitado la Consejería de Bienestar Social en el Centro Asistencial con el objetivo de que las jóvenes puedan ir preparándose para su futura emancipación cuando alcancen la mayoría de edad.
El consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, que ha presentado a los medios de comunicación estas nuevas instalaciones, ha detallado que se trata de dos pisos, uno para seis niñas, que lleva funcionando una semana, y otro con capacidad para cuatro que se va a poner en marcha la próxima semana.
La idea de estos pisos tuleados partió, según ha precisado Ventura, del director pedagógico de la Gota de Leche, Andrés Hamido, quien planteó este proyecto a la Ciudad, a la que le pareció una “buena idea” poner en marcha estas instalaciones para que las menores puedan vivir de manera autónoma, solo con una pequeña supervisión de manera puntual por los educadores del centro.
Perfil de las participantes
Las diez jóvenes han sido elegidas por el centro. El consejero de Bienestar Social ha detallado que se trata de chicas “con un magnífico comportamiento” y que cuentan con las habilidades necesarias para vivir de forma independiente. Ventura ha subrayado que darles la oportunidad de desenvolverse de manera totalmente autonóma es también una manera de premiarlas por su actitud.
Los pisos disponen de cocina, salón, cuarto de baño y habitaciones, además de estar equipados con todos los recursos necesarios para residir en ellos. Las chicas se encargan del desayuno y la cena, aunque comen en el comedor general que hay en el Centro Asistencial para todos los pabellones. También se encargan de la limpieza de las instalaciones, para lo que han establecido turnos. “Van a poder controlar sus propias vidas”, ha apuntado Ventura.
La Consejería de Bienestar Social ya puso en marcha anteriormente este programa con chicos, con un balance positivo, y ahora se retoma con niñas. El consejero ha concretado que, en el caso de que alguna menor no cumpliera con las normas del centro de forma reiterada, se le daría la oportunidad de incorporarse al programa a otra joven con características similares.
El objetivo de esta iniciativa es ofrecer a las jóvenes herramientas y estrategias que les ayuden a enfrentarse al momento en el que cumplan los 18 años y tengan que abandonar el centro. Se pretende así que aprendan a manejarse en la cocina y en el día a día, y también a elaborar un currículum y a preparar una entrevista personal.
Seis de las niñas ya se han instalado en uno de los pisos (en la antigua casa del párroco del centro). “Lleva una semana funcionando muy bien, bajo la supervisión de una educadora”, ha indicado Hamido, que ha detallado que la profesional va una vez al día para revisar, aunque por la noche no va nadie a controlar.
La semana que viene, cuando se termine de acondicionar el otro espacio, se incorporarán a este programa de vida autónoma las cuatro chicas restantes. El objetivo es que, conforme vayan cumpliendo 18 años las jóvenes participantes, otras menores se vayan sumando.
“Las niñas están encantadas. Es como un piso de estudiantes. Tienen independencia y horarios más flexibles que el resto”, ha destacado Hamido. No obstante, ha precisado que las visitas tendrán que ser autorizadas igualmente por el personal del Centro Asistencial.
“Lo ideal es tener más pisos pero es inviable por la presión migratoria”
Los dos nuevos pisos tutelados que se han puesto en marcha en el Centro Asistencial para que diez niñas puedan vivir de manera autónoma también ayudarán a descongestionar la Gota de Leche, que acoge actualmente a 79 chicas, además de a jóvenes varones y personas ancianas. Para el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, “lo ideal” sería que pudiese haber más instalaciones de este tipo pero apuntó que “es inviable por la presión migratoria” que registra Melilla.
“El problema es que tenemos 800 niños; si fuera una comunidad con 15 niños, sí se podría hacer”, ha incidido Ventura. “Ojalá pudiéramos tener más pisos como este. Pero no tenemos más espacio”, ha añadido, destacando que estas infraestructuras permiten a los menores poner en juego las habilidades que les han enseñado para su desarrollo personal.