Un entusiasta José Levy, corresponsal jefe en el Medio Oriente de CNN en español, recibió en la noche de ayer la distinción Melillense del Año 2018 en la tradicional cena de gala en el Salón Dorado a la que asistieron numerosos representantes de diferentes estamentos de la ciudad. “¡Gracias, Melilla!”, apuntó el periodista, detallando que esta ciudad ha sido fundamental para él en su trayectoria profesional. “Melilla me ha hecho tener una actitud mucho más proclive a relacionarme con las otras culturas y esto, estoy convencido de que ha sido la base que me ha permitido poder ser corresponsal principal de la CNN y estar en los eventos centrales de la historia”, aseguró.
Levy arrancó su discurso con una canción que aprendió cuando era pequeño y que habla de lo “maravilloso” que es que todos los “hermanos” estén juntos y que relacionó con lo que para él significa Melilla, que aglutina a todos los ciudadanos, más allá del origen y la religión de cada uno.
En un discurso muy enérgico, el periodista se remontó a sus orígenes familiares, al tiempo que hizo un recorrido por los momentos más importantes que ha vivido como corresponsal, momentos centrales de la historia del mundo de las últimas décadas, desde la caída del muro de Berlín hasta la muerte del Papa Juan Pablo II o de Nelson Mandela, o su entrevista con Fidel Castro.
Recordó que a lo largo de toda su carrera le ha tocado cubrir diversos atentados, como los vividos en los últimos años en diferentes ciudades de Europa. Fue rotundo cuando clamó que los yihadistas no son musulmanes, subrayando que el Islam es una religión que predica la paz, unas palabras que desataron el aplauso unánime de los presentes.
La espiritualidad tuvo un papel principal durante el discurso de Levy. Mirando hacia adelante, subrayó que en las manos de la humanidad está si queremos que la religión destruya el futuro o lo construya, buscando puentes comunes entre todas las culturas.
Emocionadas palabras
Uno de los momentos más emocionantes para Levy fue cuando habló de su madre y de su tata, de las que contó que había aprendido la importancia de la sencillez y de la belleza interior, respectivamente. También tuvo palabras para su mujer, Rebeca Benarroch, de la que dijo que es ella quien debería ser nombrada Melillense del Año porque es una enamorada de la ciudad.
Por su parte, el presidente de Melilla, destacó en su discurso la “calidad humana y categoría profesional” de Levy, resaltando que es “de los mejores “ periodistas del mundo, con “una trayectoria inmaculada en esa zona geoestratégica tan compleja y tan difícil de explicar”.
“Esa capacidad para analizar y contar todos los enfoques hace que Levy disfrute del respeto y la admiración “ de los espectadores, en palabras de Imbroda.
Melilla, cuna de periodistas
“En estos tiempos en que el trabajo periodístico se relativiza por las redes sociales, el papel se resiste a desaparecer o las empresas tienen serias dificultades económicas, es gratificante escuchar a maestros de la vieja escuela como Levy, saborear sus crónicas y entender, de forma sencilla, por qué pasan las cosas”, señaló el presidente de Melilla, añadiendo que este profesional pertenece a la “estirpe de grandes periodistas que ha dado esta ciudad” y que en años anteriores han recibido también esta distinción, como Antonio Rubio, María Oña o Jesús Quiñonero.
Además de su trayectoria profesional, Imbroda también destacó su faceta como melillense, alabando que Levy difunda por el mundo la Melilla más intercultural.