La Ciudad insiste en la necesidad de acometer de forma inmediata una nueva línea eléctrica a la desalinizadora de Melilla. Ante la “imposibilidad” de la Dirección General del Agua de llevarlo a cabo por un procedimiento de urgencia, se plantean dos opciones. Una de ellas sería seguir el procedimiento habitual, con la redacción de un proyecto y su posterior licitación, lo que alargaría considerablemente los plazos. La segunda contemplaría la firma de un convenio entre la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y Gaselec, lo que permitiría acortar los trámites y que se ejecute esta actuación con más rapidez, una opción por la que apuesta el Gobierno local, según explicó ayer el consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo.
Necesidad
“La necesidad es inmediata. No podemos prever si esta línea va a sufrir una nueva rotura en dos días, en dos semanas o en dos meses”, señaló ayer Quevedo, que dio cuenta ante los medios de comunicación de la reunión mantenida el pasado jueves con la Dirección del Agua y en la que también participaron, a petición de la Ciudad, responsables de la CHG.
El consejero puntualizó que la Dirección General del Agua (dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica) es la responsable de estas actuaciones, pero que el “brazo ejecutor, técnico” es la CHG. Quevedo detalló que una de las demandas que se plantearon por parte del Gobierno local en la reunión, y que ya se ha venido reclamando con anterioridad, es la necesidad de una nueva línea de acometida eléctrica a la desalinizadora, recordando que la actual es de 2006 y que, cuando hay algún problema, tanto la desaladora como el pantano de las Adelfas dejan de funcionar.
Sin suministro
Cuando eso ocurre, la ciudad se queda solo con el abastecimiento de los pozos, lo que provoca bajadas en la presión, en el mejor de los casos, e incluso cortes de agua en Melilla, que es lo que ocurrió el pasado día 12, cuando una avería en la línea dejó sin suministro a la población durante determinadas horas de varias jornadas consecutivas, hasta que se pudo reparar el fallo. De los 38.000 metros cúbicos que se producen a diario, solo se contó con los 16.000 procedentes de los pozos.
Nuevas reuniones
En los próximos días van a continuar las reuniones entre Gaselec y representantes de la CHG. “Esperemos que lleguen a un acuerdo y ejecuten esta línea lo antes posible”, deseó el consejero de Medio Ambiente, que hizo hincapié en la fragilidad de la red que abastece a la ciudad.
Quevedo subrayó que el Ejecutivo local aboga por la opción del convenio porque es la más rápida y espera que ambas entidades lleguen a un acuerdo en el tema del presupuesto.
El responsable de Medio Ambiente de la Ciudad apuntó que otra de las ventajas que supondría acometer una nueva línea eléctrica es que permitiría separar la red de la desaladora de la del pantano de las Adelfas, por lo que un fallo en una de estas instalaciones no provocaría problemas en el otro y viceversa, evitando que el abastecimiento quedase solo a merced de los 16 pozos con los que cuenta la Ciudad, como ocurre en la actualidad.