Un joven podría ser condenado a una pena de nueve meses de prisión como presunto autor de un delito de atentado a la autoridad. Según sostiene la Fiscalía en su escrito de acusación, el procesado propinó un empujón a un policía nacional en el paso de Beni Enzar. Estos hechos tuvieron lugar el pasado día 26, sobre las 17:15 horas.
El supuesto atentado fue enjuiciado este jueves en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. El joven encausado declinó la posibilidad de acogerse a un acuerdo de conformidad y tampoco quiso declarar en el juicio.
Según relató el policía perjudicado, él se encontraba ejerciendo el control de pasaportes cuando el encausado trató de pasar a Melilla. Contó que el procesado presentó su pasaporte y su permiso de residencia, pero no coincidían datos como la fecha de nacimiento o el apellido.
“Lo cogí del brazo para ir a comprobar los datos y empezó a ponerse muy nervioso”, relató el funcionario. Fue entonces cuando el acusado supuestamente lo empujó en el hombro. “Había un muro detrás de mí, me podría haber desnucado”, manifestó.
De acuerdo con su relato, un compañero suyo tuvo que intervenir para reducir al joven encausado y detenerlo.
Visualizan las grabaciones
Este segundo policía declaró en el juicio a través de una videoconferencia. Confirmó que el joven procesado era el mismo que presuntamente empujó al otro funcionario. “Observé que le dio un empujón con las dos manos a mi compañero, que iba perfectamente uniformado”, sostuvo. Según dijo, no vio que el otro agente lo tuviera cogido del brazo.
Tras escuchar las declaraciones de los dos policías y observar en sala la grabación de las cámaras de seguridad, la representante del Ministerio Público solicitó que el joven fuera condenado a nueve meses de cárcel puesto que, a su parecer, había quedado suficientemente acreditado que propinó un empujón a un agente de la Policía Nacional.
Sin embargo, la fiscal no se opuso a que, de dictarse una sentencia condenatoria, se le suspendiera el ingreso en prisión por carecer de antecedentes.
La defensa, por su parte, reclamó que su cliente quedase absuelto porque, en todo caso, cometió un delito leve de resistencia a la autoridad, según alegó el letrado.
“En la grabación sólo se le ve andando y cómo se produce un pequeño forcejeo porque quería que el policía lo soltara”, sostuvo. Según incidió, no causó lesiones ni daños al agente. “Lo único que pretendía era zafarse, pero ni siquiera se iba a escapar”, defendió.
La última palabra
Aunque el joven decidió no declarar en calidad de acusado, sí que aprovechó su derecho a la última palabra. Según relató, el policía lo acusó de portar documentos falsos, a lo que él le respondió que podría comprobar que eran suyos en el ordenador. “Me acusó y me cogió de la camiseta, que además me la rompió”, dijo.
El encausado aseguró que otro policía lo agarró del cuello. “Yo a él sólo le cogí de la mano para que no me hiciera daño”, manifestó. “En comisaría me dijeron que iba a dormir en el calabozo por chulo, pero yo no quería que me pasara nada y tenía mucho miedo”, sostuvo el encausado en la vista.
El caso quedó visto por el titular del Juzgado de lo Penal 1 para el dictado de una sentencia.