Ayer comenzaron en la calle Chacel, en pleno centro histórico de la ciudad, las obras para mejorar la movilidad de los peatones en la zona. La remodelación, que cuenta con un presupuesto de casi 600.000 euros, demuestra la voluntad de la Ciudad en avanzar en la construcción de una urbe más amigable para los ciudadanos.
La convivencia entre los coches y los peatones siempre es complicada, y las medidas destinadas a facilitar que unos y otros puedan relacionarse mejor en el centro de Melilla siempre es una buena noticia.
Es cierto que durante los próximos 5 meses, los vecinos y quienes se acerquen a la zona sufrirán los inconvenientes propios de este tipo de actuaciones, pero lo importante es que la mejora de la calle compensará en el futuro las incomodidades pasajeras del presente.
Quienes también sufrirán durante este tiempo los sinsabores de la rehabilitación del lugar van a ser, sin duda, los comercios, pero ellos también saldrán ganando cuando se concluya el proyecto. Las aceras serán ensanchadas, se incorporará arbolado y se cambiará el viejo mobiliario urbano. Sin duda la zona se convertirá en un lugar mucho más atractivo, lo que supondrá un aumento de los potenciales clientes. Además, si todo sigue lo previsto, la obra estará finalizada antes de las fiestas de Navidad. Los comerciantes de la zona tendrán un nuevo entorno mucho más agradable para afrontar la importante campaña navideña.
Por esto, todas las obras que hagan del centro de nuestra ciudad un lugar más grato y menos agresivo para el peatón son bienvenidas. Ganamos todos.