La Fiscalía de Melilla pide una pena de seis meses de prisión para un individuo por ser el presunto autor de un robo con fuerza en las cosas. Según sostiene en su escrito de acusación, el hombre forzó una puerta para acceder al interior del pabellón Javier Imbroda, de donde supuestamente se llevó un ordenador, así como varias redes de deporte, además de causar daños en el candado de un armario. La Policía identificó al encausado tras visionar la grabación de una cámara de seguridad.
Estos hechos fueron enjuiciados el miércoles en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla. El juicio se celebró en ausencia del procesado, ya que, pese a que había sido citado, no compareció ante la magistrada titular.
La primera persona que declaró fue el celador que por entonces trabajaba en el pabellón Javier Imbroda. Según expuso, los hechos tuvieron lugar en mayo de 2013, por lo que no los recordaba con mucha precisión. “Yo fui quien hizo la denuncia del robo en comisaría”, rememoró el testigo.
Afirmó que, entre las 9:00 horas y las 11:00 horas, observó “irregularidades” en las instalaciones deportivas, ya que se encontró unas puertas abiertas cuando tendrían que estar cerradas.
Asimismo, apuntó que dos días después del robo la Policía Nacional le hizo entrega de redes deportivas y que a un compañero suyo le devolvieron un ordenador que fue sustraido.
Comprueban el robo
Por otro lado, dos agentes de la Policía Nacional relataron en el juicio cuál fue su intervención en este caso. Ambos fueron los encargados de desplazarse al lugar de los hechos para verificar que se produjo un robo, dando parte de los objetos sustraídos y dañados.
“Encontramos una puerta con desperfectos y nos señalaron que se habían llevado del pabellón un ordenador y varias redes”, señaló uno de los policías. Su compañero agregó que también hallaron un candado en el suelo. “Lo que hicimos fue corroborar el presunto robo”, aclaró.
Por otro lado, un tercer agente, encargado de la investigación policial, afirmó que en la grabación de una cámara de seguridad se reconocía perfectamente al autor del robo. “Se ve en las imágenes cómo da una patada para forzar una puerta”, reconrdó el funcionario.
Por su parte, el policía aseguró en el juicio que él y sus compañeros reconocieron al procesado nada más verlo. “Se le veía perfectamente la cara”, sostuvo.
La defensa se adhiere
El letrado de la defensa y la representante de la Fiscalía llegaron a un acuerdo antes de que se iniciara el juicio. De esta manera, el ministerio público rebajó la pena solicitada para el encausado, al que inicialmente pedía dos años de prisión. A cambio, el abogado se adhirió a su petición.
Finalmente, pidió para el procesado seis meses de cárcel, además de que abonase la responsabilidad civil por los daños ocasionados, valorados en 375 euros. La fiscal, por su parte, se mostró en desacuerdo con conceder al individuo la suspensión del ingreso en prisión, mientras que la defensa insistió en que cuando el robo fue cometido, no tenía antecedentes. La jueza tendrá que dictar una sentencia.