El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, aseguró ayer que la Consejería de Fomento ha emitido una orden para el propietario del inmueble, que el lunes sufrió un incendio en la planta baja y el sótano, para que nombre a un arquitecto privado que se haga cargo del seguimiento de este caso. Este experto deberá hacer el estudio de los daños estructurales que han ocurrido en el edificio y determinará si se puede o no entrar. De hecho, la consejería mantiene el desalojo hasta que se certifique por un arquitecto que se puede usar el edificio en condiciones de seguridad.
El propietario del inmueble explicó a El Faro que ya está en la ciudad el perito del seguro del edificio y que también ha contratado ya a un arquitecto privado para que realicen las revisiones e informes necesarios.
La Policía impide entrar
Sin embargo, subrayó que nadie puede entrar aún en las viviendas. Necesitan la autorización de la Policía Nacional, que es la encargada de una investigación sobre el incendio. Aseveró que ahora mismo no pueden hacer nada hasta contar con ese permiso de los agentes.
Quevedo explicó que la orden de Fomento “obliga a una inspección exhaustiva por parte de un técnico competente de forma urgente de la estructura”, así como a reformar o sustituir los elementos necesarios del inmueble y recuperar las condiciones de habitabilidad que había antes. Asimismo, comentó que los gastos del Servicio de Extinción de Incendios y del hospedaje de las 18 familias que residían en el inmueble se reclamarán al seguro del edificio.
Sin fecha
El dueño del inmueble asevero que, cuando tengan la autorización de la Policía Nacional, el perito del seguro y el arquitecto analizarán el interior del edificio para hacer un informe y verán si es posible o no que los inquilinos puedan entrar a recoger sus cosas.
Pero subrayó que no le han dado ninguna fecha de cuándo se va a poder acceder por parte de los técnicos. Desconoce el tiempo que llevará a la Policía Nacional finalizar su investigación, para que él pueda llevar a cabo la inspección del inmueble.
Resaltó que lleva desde el lunes haciendo todo lo posible por los inquilinos del edificio y que ahora sólo puede esperar esa autorización de la Policía.
En cuanto a la orden de Fomento, afirmó que ya contaba con un arquitecto privado y que incluso está barajando la posibilidad de traer a una empresa especializada en hormigón para que compruebe cómo está. En el documento de la consejería se indica que “es posible que la estructura esté dañada”, aunque nadie aún lo ha comprobado, insistió.
Ante la imposibilidad de saber la fecha en la que los técnicos van a poder entrar en el inmueble y van a tener los informes, ha ofrecido a los inquilinos el pago de 1.000 euros a cada familia, de los que 400 euros serían la fianza que dieron al entrar en las casas.
Explicó que tiene unos recursos económicos limitados y que no puede hacerse cargo del pago de facturas de hotel durante días de tantas familias. Además, les ha asegurado que tras la reforma podrán volver a ocupar las viviendas si así lo desean. Tampoco sabe cuándo estos inquilinos podrán volver a sus casas porque sin ese informe de un experto no pueden tener datos de si sólo hay que pintar, de si tienen que apuntalar el edificio o de si es preciso hacer una gran reforma en los pilares.
En cuanto al almacén, dijo que el arrendó ese espacio comercial y que desconocía lo que había en el interior como no sabe qué hay dentro de cada casa.
Los vecinos temen quedarse en la calle y protestan por la diferencia entre hoteles
Los vecinos que fueron desalojados del edificio afectado por el incendio el lunes han mostrado su temor a quedarse en la calle. Indicaron que, tanto el martes como ayer al mediodía, tuvieron que recoger las pocas pertenencias que tenían en los dos hoteles donde están hospedado hasta que la Consejería de Bienestar Social confirmara que podían quedarse una noche más. Aseguraron que esto les están generando “una gran incertidumbre” y que se encuentran “muy mal”.
Además, se preguntan qué pasará si no pueden volver a sus casas y tienen que buscar otra. Piden a la Ciudad que no les abandone y que durante estos días les permita seguir alojados en los hoteles hasta que se aclare su situación.
Asimismo, algunos han solicitado otro tipo de ayuda a Bienestar Social, como ropa, porque la mayoría son familias humildes, estamos a final de mes y no pueden afrontar esos gastos.
Por otro lado, se quejan del trato recibido en uno de los hoteles. Mientras que uno de estos establecimientos está limpio y pueden tomar comida caliente, en el otro hay suciedad, según aseguran varias familias, y toman la comida del comedor social fría porque no hay ni un microondas para calentarla. También dicen que en este establecimiento hay cucarachas y que las mantas están llenas de polvo. Una vecina, cuyo hijo tiene alergia a los ácaros, dijo que estuvo toda la noche tosiendo y escupía sangre. No entienden por qué no se les envía a todos al primer hotel si luego le van a pasar la factura al seguro del edificio.
El Faro trató de hablar con la Consejería de Bienestar Social para preguntar por estas quejas, pero fue imposible contactar con los responsables.
Por otra parte, los vecinos se preguntan si coger los 1.000 euros que les ofrece el dueño del inmueble y si será suficiente para poder buscar un alquiler nuevo mientras que se reforma el edificio.
Menos mal ; te ofrecian alojamiento en hotel imaginate si te ha tocado la misma situacion en Marueccos ;