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Las cofradías del Flagelado y el Cautivo volvieron a ser protagonistas en el Domingo de Resurrección
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La Virgen del Rocío salió al encuentro de su hijo desde el Centro Asistencial
Las calles de nuestra ciudad se llenaron ayer de color y alegría. Jesucristo, tras morir el viernes en la cruz, había resucitado. La Cofradía del Flagelado se encargó de trasladar esta buena noticia a los devotos con la salida procesional del Santísimo Cristo Resucitado, titular de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Melilla. La imagen abandonó la Parroquia de la Medalla Milagrosa sobre las 10:00 horas, sintiendo en su pecho descubierto el calor de los feligreses. El Cristo tomó camino por la calle General Castaños para ir al encuentro de su madre, la Virgen del Rocío, también conocida como la Novia de Melilla o la Blanca Paloma.
La primera salida del Resucitado tuvo lugar en nuestra ciudad el 24 de marzo de 2001. Se caracteriza por ser una talla en madera de cedro policromada. Las flores empleadas en el exorno son blancas y amarillas, los colores de la bandera de la Ciudad del Vaticano.
Antes de llegar a la Plaza de España, donde le esperaban miles de melillenses para presenciar el reencuentro con su madre, el Resucitado vivió otro momento de especial fervor y solemnidad. Se trata del paso de la imagen por el callejón Paso de la Soledad, donde le esperaban decenas de personas. Otros muchos observaron la escena desde sus balcones, desde donde arrojaron pétalos al Cristo. En este tramo del recorrido, Jesús fue elevado en varias ocasiones al cielo. “Viva el Resucitado”, repitieron los hombres de trono mientras mecían la imagen con devoción.
Salida del Centro Asistencial
La Blanca Paloma también salió ayer a la calle para ver el milagro de su hijo Jesús. A diferencia de otros años, este Domingo de Resurrección la Virgen del Rocío emprendió su camino desde el Centro Asistencial para dirigirse a la Plaza de España, donde tuvo lugar el momento más esperado de la jornada.
Mientras que el Resucitado llegó a la céntrica plaza por la calle Ejército Español, la Novia de Melilla lo hizo a través de la Avenida de la Democracia. En este punto del recorrido, decenas de padres se acercaron al trono para que sus hijos recibieran la bendición y la protección de la Virgen del Rocío.
Pasadas las 13:30, ambos tronos estaban en la misma plaza. Se acercaron poco a poco, ante la atenta mirada y el corazón encogido de miles de personas. Una vez más, el encuentro del Resucitado y la Virgen del Rocío volvió a emocionar a los asistentes y a poner el broche final a la Semana Santa.