Siete días de media aumentó la espera de un paciente para tener la primera consulta con un especialista del Hospital Comarcal entre 2016 y 2017, según lo reconoció la semana pasada el Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa) en la presentación del balance de los datos sanitarios del año pasado.
La institución achaca este incremento (se ha pasado de 26 días de espera a 33 días) a la falta de dos oftalmólogos en el hospital, lo que supone la mitad de la plantilla de estos facultativos. Sin embargo, los sindicatos CCOO y CSIF coinciden en señalar que la “mala gestión” es la responsable de que los profesionales se marchen de nuestra ciudad puesto que aquí se les ofrecen contratos con poca estabilidad.
Los sindicatos critican que en lugar de ofrecer a los especialistas una interinidad, estos profesionales están firmando contratos de seis en seis meses, por lo que, en cuanto que les sale la posibilidad de firmar un contrato mejor en la península, se marchan sin muchas dudas.
Y no lo hacen por motivos económicos sino por alcanzar una estabilidad que en Melilla no se les ofrece. Además, estos sindicatos coinciden en que en otros lugares también tienen unas mejores condiciones de trabajo ya que, según aseguran, en el Comarcal sufren una sobrecarga de pacientes.
No obstante, también había algunos datos positivos en el balance, como la reducción del número de partos y también de las visitas a los servicios de emergencias del hospital a favor del Servicio de Urgencia de Atención Primaria (SUAP), lo que habrá logrado aliviar la presión de pacientes en el Comarcal.
La especial ubicación de Melilla ya hace por sí sola que los profesionales se lo piensen mucho a la hora de venir a trabajar aquí. Si encima tampoco se les ofrece estabilidad, las cuentas difícilmente van a salir. Y no solo lo sufren los profesionales con una sobrecarga de trabajo. También los melillenses.