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Este aumento se debe a una mayor concienciación de las víctimas, que dan el paso de acusar al agresor, según Delegación del Gobierno
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Disminuyen los partes médicos de agresión física por una detección precoz
“Todavía queda mucho por hacer”, sentenció ayer la jefa de la Unidad de Coordinación de Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno en Melilla, María Teresa Fernández Martín, en referencia a los asesinatos y agresiones por violencia de género, durante la presentación de la memoria de actividades del año pasado de su área. La principal conclusión que destacó esta responsable fue que Melilla cerró 2017 con un total de 234 denuncias por maltrato contra las mujeres, cifra que representa un 14,7% más que en 2016, cuando se registraron 205.
De acuerdo con Fernández Martín, este incremento de demandas contra el agresor se debe a una mayor concienciación de las víctimas gracias a las campañas de apoyo y a los instrumentos de protección para acabar con esta lacra. Prueba de ello es el aumento de denuncias que se ha dado en los últimos cinco años, ya que en 2012 se registraron 153, mientras que el año pasado este número sumó 81 casos más.
Por otro lado, los partes de asistencia médica por agresiones físicas descendieron en un 11% en este lustro. En el año 2012, un total de 94 mujeres (62%) de las 153 que interpusieron una denuncia necesitaron atención sanitaria, mientras que en 2017 la requirieron 119 (51%) de las 234 demandantes. A pesar de este descenso en los últimos cinco años, la cifra de asistencia médica sube un 9% si se comparan los resultados de 2017 con los de 2016, año en el que 100 (42%) de las 205 denunciantes requirieron estos servicios. No obstante, el descenso generalizado de partes médicos por agresión entre 2012 y 2017 se debe a una detección precoz de los casos de violencia de género cuando las agresiones se dan especialmente en el ámbito psicológico, según indicó la jefa de la Unidad de Coordinación de Violencia sobre la Mujer.
Apoyo jurídico y protección
Otros de los parámetros analizados por esta oficina es el de la asistencia jurídica facilitada a las mujeres víctimas de violencia de género en este mismo intervalo de tiempo. Así, mientras que en 2012 sólo el 46% de las denunciantes contó con apoyo legal, el porcentaje subió al 66% en 2016 y al 78% en 2017, es decir, un 32% más el año pasado que hace cinco. Algo similar sucede con las órdenes de protección, que en 2012 no se emitió ninguna, mientras que en 2017 se pusieron en marcha 28 (12%). Las órdenes de alejamiento también incrementaron en este periodo, que pasaron del 15% al 57%, una diferencia del 42%. Cerca de tres cuartas partes de las mujeres afectadas tenían hijos.
Cinco mujeres asesinadas en Melilla de las 923 fallecidas en España desde 2003
En los últimos 15 años, un total de 923 mujeres han muerto víctimas de la violencia de género en España. Cinco de ellas fueron asesinadas en Melilla en los años 2005, 2007, 2014 y 2016, según los datos presentados ayer por la jefa de la Unidad de Coordinación de Violencia sobre la Mujer de la Delegación del Gobierno en Melilla, María Teresa Fernández Martín. La responsable del área recordó que fue en 2003 cuando se inició la contabilización de estas víctimas y que no fue hasta diez años más tarde, en 2013, cuando se incluyeron los hijos menores de edad también como víctimas de violencia de género. El año pasado, un total de ocho menores perdieron la vida y otros 24 quedaron huérfanos.
Por otro lado, Fernández Martín también destacó algunos datos alentadores, en referencia a la salida de las mujeres víctimas de la violencia de género. Así, indicó que el porcentaje de mujeres que escapaban de esta problemática se situó en 2011 en el 72,48%, frente al 77,60% en 2015. Por ello, puso especial énfasis en las campañas de concienciación y compromiso ciudadano y recordó que el año pasado, 30 de las 49 mujeres asesinadas en España a manos de sus parejas o exparejas todavía convivían con ellas.