El denunciante dijo que anteriormente prestó las llaves de su casa al procesado, al que acusa de hurto
La Fiscalía de Melilla reclamó ayer una pena de quince meses de prisión para un joven melillense acusado de cometer un delito de hurto. Según expone la fiscal en su escrito, el encausado fue a la casa de un amigo que lo había invitado a ver un partido de fúrbol y aprovechó un descuido de este para robarle el dinero que tenía guardado en dos huchas. Además de quitarle cerca de 1.300 euros, según sostiene el Ministerio Público en su acusación, también amenazó al perjudicado para que no lo denunciase. “Ten cuidado con lo que vayas a hacer porque te destrozo la vida”, fue lo que supuestamente le dijo.
Los hechos tuvieron lugar el 23 de noviembre de 2016 en una vivienda de la calle Teniente General Gotarredona. En el juicio, que se celebró en la mañana de ayer en el Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, el procesado negó que hubiera quitado dinero alguno a su amigo. Según dijo, es cierto que estuvo en su casa porque el denunciante lo invitó a ver la final de la Champion League. Sin embargo, sostuvo que no era verdad que hubiese aprovechado un momento en el que el perjudicado fue al baño para robarle los ahorros que había distribuido en dos huchas, que estaban guardadas en el interior de un mueble.
El procesado tampoco reconoció que, un día después, le hubiera dicho al querellante por teléfono que tenía intención de devolverle el dinero desaparecido. También negó las amenazas que aparecen reflejadas en el escrito de la fiscal. “Eso es todo mentira”, sostuvo.
Según explicó el encausado, el denunciante sólo se ausentó un par de minutos para ir al baño. “Yo no vi dinero por ningún lado”, afirmó. Indicó que, cuando finalizó el partido, su amigo intentó convencerlo para que salieran juntos de fiesta, a lo que este se negó alegando que tenía que trabajar al día siguiente y que no llevaba dinero. “Me dijo que él tenía dinero para los dos, fue al mueble y abrió una hucha con un abrelatas”, relató.
Fue entonces cuando, según la versión del encausado, sacó 50 euros y manifestó que le faltaba dinero. “Me acusó de robarle y yo le dije que si quería me registrara”, declaró el procesado.
El denunciante ofreció una versión bien distinta. Según expuso, cuando estaba en el baño escuchó un ruido. “Salí despacio y lo encontré metiéndose en los pantalones dinero que yo tenía en una copa”, sostuvo. El procesado primero le dijo que los billetes eran suyos, pero luego trató de justificarse diciéndole que era todo una broma. Tras este hecho, el perjudicado quiso asegurarse del estado de dos huchas en las que ahorraba para su hijo y para pagar el seguro. “Vi que una estaba forzada”, dijo. “La abrí y faltaba dinero, prácticamente estaba vacía”, agregó.
Le dejó las llaves de la casa
El perjudicado reconoció que no era probable que el encausado, al que conocía desde hacía dos meses, le hubiera quitado más de 1.000 euros que echó en falta en los pocos minutos que estuvo en el baño. Entonces, explicó que hubo un fin de semana en el que el procesado le dijo que sus padres le habían echado de la casa y que, como él se iba de viaje a Málaga, le dejó las llaves de la vivienda para que se quedase allí.
“¿Usted deja la llave de su casa a una persona que conoce de dos meses? El acusado ya contaba con cuatro condenas anteriores”, le dijo el juez sin dar crédito. “Eso mismo me comentó la Policía. Si hubiera sabido que tenía antecedentes por este motivo no lo hubiera hecho”, le respondió el querellante.
La mujer del perjudicado testificó que, semanas antes de la denuncia, ella ya había notado que la hucha en la que guardaban los ahorros para su hijo parecía estar forzada, aunque no le dieron importancia pensando que sería un defecto de fábrica. “No me gustaba la relación que tenía con este muchacho porque no me daba confianza”, añadió la testigo.
El juez titular del Juzgado de lo Penal número 1 tendrá que decidir si absuelve o condena al acusado.