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Un testigo fue a sacar dinero y vio la puerta de la oficina rota
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El procesado actuó junto a otro individuo
El Ministerio Fiscal reclamó ayer un año de prisión para un acusado de un robo con fuerza en grado de tentativa. Según describe en su escrito acusatorio, el procesado y otro segundo individuo, que ha sido declarado en rebeldía por no comparecer ante la autoridad judicial, accedieron a la sucursal que el Unicaja tiene en el Paseo Marítimo cuando esta se encontraba cerrada. Pudieron entrar después de dar una patada a la puerta de cristal, ocasionando una fractura a través de la que pasaron dentro de la sede. No obstante, no llegaron a llevarse nada, ya que se percataron de que un usuario pudo verlos y dar aviso a la Policía, por lo que terminaron huyendo del lugar.
Estos hechos tuvieron lugar el 30 de enero de 2017. El acusado que no había sido declarado en rebeldía tendría que haber comparecido en la mañana de ayer ante el juez titular del Juzgado de lo Penal número 1. La vista pudo celebrarse en su ausencia porque la pena solicitada es inferior a los dos años de prisión. De lo contrario, hubiera tenido que suspenderse y aplazarse a una nueva fecha.
En el juicio testificaron el director y la subdirectora de la sucursal bancaria. Según expusieron, ninguno de los dos presenciaron los hechos, puesto que recibieron el aviso cuando ya habían tenido lugar. El primero testificó que fue un agente de la Policía Local, que es amigo suyo, el que le llamó para preguntarle si se había dejado la puerta del banco abierta. Tanto él como la subdirectora de la entidad aclararon que no echaron nada en falta de la sede, aunque cuando llegaron al lugar se encontraron con el cristal de la puerta en el suelo, varios cajones abiertos y con los armarios abiertos.
Por otro lado, declaró el testigo que dio aviso a la Policía Local. Según dijo, él fue a la sucursal para sacar dinero en los cajeros automáticos y se dio cuenta de que habían echado la puerta abajo. Entonces, salió fuera del recinto y, según expuso ante el juez, a través del cristal externo pudo ver que había gente en su interior. “Vi a alguien con un pantalón negro”, sostuvo.
Ocultos con capuchas
El testigo llamó inmediatamente a la Policía Local y, cuando estaba a la espera de que se personara en el lugar, vio que los dos individuos huyeron del lugar. Según apuntó en la vista, no pudo ver el rostro a ninguno de los dos, puesto que se marcharon corriendo y llevaban puesta unas capuchas.
También declaró en el juicio uno de los agentes de la Policía Nacional encargados de llevar a cabo la investigación. Explicó que se procedió a visionar la grabación de las cámaras de seguridad de la sucursal y que en las imágenes identificó sin ningún género de dudas al procesado, al que ya conocía por otras intervenciones policiales. “Se le reconoce por el flequillo amarillo”, apuntó el policía.
Según contó el agente, este mismo individuo confesó los hechos en su declaración policial, en la que terminó inculpando al segundo procesado. “Nos dijo que el otro fracturó la puerta de una patada y que así fue como entraron”, afirmó el policía nacional.
Por último, un agente de la Policía Local apuntó que acudió al lugar junto a otros compañeros tras recibir el aviso. Se adentraron en la sucursal, pero no había nadie en su interior. Según dijo, dieron vueltas junto al testigo en el coche patrulla por si reconocía a los acusados, aunque sin resultados.
Tras escuchar todas las declaraciones, la fiscal consideró que había quedado debidamente probado que se produjo un robo con fuerza en el que intervino el procesado en compañía de otro joven. La defensa, por su parte, pidió la absolución. El juez decidirá.