-
Señala que las leyes de menores “son proteccionistas” y no se les puede llevar por fuerza a los centros
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, anunció ayer a través de su cuenta en Twitter que “en una semana saldrán a la calle grupos de controladores que velarán por el comportamiento de los menas”. Se refiere a los educadores de calle, programa puesto en marcha por la Consejería de Bienestar Social para intentar que los menores extranjeros no acompañados que viven a la intemperie decidan dejar la situación de calle y acudir a los centros habilitados por la Ciudad para ellos.
El titular de Bienestar Social, Daniel Ventura, confirmó en declaraciones a El Faro que los educadores de calle estarán trabajando en un plazo “de siete a diez días”.
Imbroda consideró en la red social que hay “dos clases de menas. los acogidos en los centros (650), que no dan ningún problema, y los 100 de la calle, que dan, y amparados por ONGs”. Y agregó: “Los que ayudan a estar en las calles a esos menas, propician la situación de alarma social”.
A este respecto, el presidente de la ONG Prodein, José Palazón, respondió en Twitter tildando de “indecencia” la afirmación de Imbroda. El jefe del Gobierno local replicó escribiendo “la vuestra, que estáis propiciando lo peor para ellos y para la ciudad”.
Imbroda continuó apuntando que “las leyes del Menor son muy proteccionistas. No se puede utilizar la fuerza para llevarlos a los centros”.
Asimismo, resaltó que se está “blindando el puerto para que no entre ningún mena”. A su parecer, de esa manera, “no será atractivo venir para pasar de polizones”. Asimismo, señaló que “en abril” estarán terminadas esas obras y que “será imposible” que los jóvenes que intentan introducirse como polizones en los barcos puedan acceder a la zona de seguridad del puerto.
“Compromiso total”
Los tuits de Imbroda continuaron. En uno de ellos indicó que “el problema de los menas de la calle es complejo, pero el compromiso de las autoridades es total en resolverlo. Y lo haremos”.
En respuesta a otros tuiteros que exigían una solución a esa situación, el mandatario señaló que “en eso estamos”, aunque consideró que “con la legislación vigente es complejo” resolver el problema. No obstante, pidió “paciencia”. “Lo venceremos”, apostilló.
Entre los que respondieron al presidente estuvo el director territorial del Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), Francisco Robles, quien tuiteó: “La voluntad de controlar este problema por parte de las autoridades competentes es clara e indudable (medidas, recursos, medios); pero también lo es que sin cambio de la legislación es imposible. A ello, en Melilla, se une que sin la colaboración de Marruecos, lo es mucho más”.