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Las redes sociales se han llenado de mensajes de usuarios que reprueban las palabras de Ventura
Las desafortunadas declaraciones de Daniel Ventura, consejero de Bienestar Social de la Ciudad Autónoma, en las que, entre otras muchas afirmaciones, rechazaba recibir a los familiares de un menor extranjero tutelado por el Gobierno local que falleció la primera semana de este año, le han situado en el ojo del huracán. La polémica ha rebasado los límites de Melilla y se ha convertido en un asunto de debate y crítica en todo el país.
Las redes sociales se han llenado de mensajes de usuarios que reprueban las palabras de Ventura, e incluso informativos y programas televisivos han dedicado espacios a denunciar las declaraciones del titular de Bienestar Social. Melilla vuelve a estar en los focos, y no por una cuestión agradable precisamente.
La consejería que dirige Daniel Ventura conlleva una enorme carga de trabajo y, a buen seguro, grandes dosis de estrés. Sin embargo, no es justificable en modo alguno que quien ejerce ese cargo pierda la mesura cuando hace declaraciones públicas.
Ventura volvió a atender ayer a los medios de comunicación y, aunque reconoció que no estuvo acertado con sus palabras sobre los dos menores tutelados por la Ciudad fallecidos en las últimas semanas, volvió a caer en un error.
Por un lado, reconoció que sus declaraciones, “fuera de contexto, quedan feas”. Pero por otro, aprovechó para responder a la crítica satírica que el Gran Wyoming, presentador del espacio televisivo ‘El intermedio’, de La Sexta, hizo de él en el programa de la noche del pasado miércoles.
Ventura calificó al ‘showman’ como “payaso televisivo” y le tachó de “ideólogo comunista, extremista y millonario con muchas propiedades que no reparte con las personas que realmente lo necesitan”.
El consejero se equivoca respondiendo, y de esa manera, a las ácidas críticas de Wyoming. Un refrán afirma que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, por lo que habría hecho mejor ignorando al conductor de ‘El intermedio’ y rebajando así el nivel que ha alcanzado esta controversia. Desahogarse contraatacando no sirve de nada.
Sería deseable que Melilla fuera conocida en toda España por la belleza de su arquitectura, por su gastronomía o por su multiculturalidad. Sin embargo, parece que estamos condenados a que los focos se fijen en nuestra ciudad por situaciones polémicas.