Recibieron avisos por la caída de una farola, de varias ramas o de cascotes, aunque no hubo que lamentar daños personales
Bomberos y Policía Local vivieron ayer una intensa jornada de trabajo a causa del temporal, sobre todo durante la primera parte del día. En total, atendieron más de una veintena de incidencias repartidas por todas la ciudad. La mayoría de las salidas tuvieron que ver con caídas de ramas de los árboles, según informaron fuentes de ambos cuerpos a este diario. Muchas de ellas cayeron sobre coches que permanecían estacionados en la vía pública, como ocurrió en la Plaza de España, la calle General O’Donnell o en la carretera de Farhana, donde también cayó un árbol por la mañana.
A primera hora de la mañana, sobre las 8:45 horas, la Policía Local tuvo que gestionar el tráfico del Dique Sur y cortar la calle debido a la caída de una farola. Gaselec se hizo cargo de su retirada. Bomberos y Policía también acudieron por la mañana al antiguo cuarte del Valenzuela a causa de la rotura de un poste del centro comercial.
Por otro lado, sobre las 11:00 horas, ambos cuerpos se desplazaron a la calle Julio Verne tras recibir el aviso de que se había producido una caída de cascotes de una de las fachadas. Además, acudieron a Barrio Chino después de que el propietario de una de las naves pidiera ayuda para asegurar el techo de la superficie, por su inestabilidad.
Ya por la tarde, apenas se sucedieron otras incidencias que requirieron la presencia de Bomberos y Policía Local. Lo más reseñable que tuvo lugar una vez que remitieron las rachas de vientos fue la rotura de un poste de luz en la Vía Láctea, que fue retirado tras recibir el aviso sobre las 16:45 horas. Además, ambos cuerpos acudieron en torno a las 20:20 horas a la calle General Astilleros debido a la bajada de una tubería, que tuvo que ser retirada.
Sin daños personales
A pesar de las incidencias causadas por la fuerza del viento, durante el día de ayer no hubo que lamentar daños personales por este motivo, según señalaron fuentes de la Policía Local y de Bomberos. No obstante, sí que hubo varios coches que quedaron dañados tras las caídas de las ramas o parte del mobiliario urbano, como las macetas que se extienden en la calle General O’Donnell, que no resistieron impasibles del todo al temporal.
Además, como suele ocurrir cuando llueve en nuestra ciudad, se formaron grandes charcos por toda Melilla debido al colapso de varios sistemas del alcantarillado.