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Entre los seis acusados por la Audiencia Nacional está el melillense Mustafa Maya Amaya
La Audiencia Nacional juzga a partir de hoy a seis miembros de una red yihadista radicada en Melilla y liderada por el converso español de origen belga Mustafa Maya Amaya, que se dedicaba al envío de muyahidines a Siria y a Mali. Los investigadores creen que mandó a 28 yihadistas a zonas de conflicto. La red fue desarticulada en marzo de 2014.
Entre los seis acusados, destaca Maya Amaya, un melillense de mediana edad con discapacidad, que iba en silla de ruedas, y que está considerado como “principal dinamizador de esta red”, por lo que se enfrenta a 14 años de cárcel por un delito de integración en organización terrorista en calidad de promotor y director.
Acusados extranjeros
Los otros acusados son: dos jóvenes franceses, Paul Cadic y Farik Cheikh, detenidos también en Melilla; otro francés, Guillaume Decker, alias Souleymane, detenido en Rabat; y el ciudadano belga Davide De Angelis, alias Abou Nouh, arrestado en Luxemburgo. El fiscal pide para todos ellos 12 años de cárcel por integración.
El quinto acusado es el tunecino Chafik Jalel Ben Amara Elmedjeri, al que la Fiscalía le reclama ocho años de prisión y una multa de 1.200 euros por colaboración.
Según las conclusiones provisionales del fiscal, esta célula, desarticulada en 2014, se encargaba de reclutar a voluntarios para la yihad e integrarse en grupos terroristas de la órbita de Al Qaeda y del Daesh, especialmente radicados en países en conflicto como Mali y Siria.
Extensión de la red
Los integrantes de la red se asentaban en España, Bélgica, Luxemburgo, Turquía, Túnez, Libia, Mali, Francia y Marruecos y desarrollaban diferentes funciones como captadores, falsificadores de documentación, financiadores, facilitadores (intermediarios en terceros países para recibir a voluntarios), pasadores (encargados del cruce clandestino a zonas de conflicto) y receptores de nuevos combatientes.
Maya Amaya desarrolló una estrategia a la que llamó “La Hégira antes de la Hégira” por la que centralizaba en Melilla, donde residía, “la actividad de formación y entrenamiento de los nuevos candidatos ante de su traslado a campos de entrenamiento” radicados en Libia.
Captación en Internet
Este acusado utilizaba fundamentalmente internet en sus labores de captación y llegó a contar con una veintena de blogs de corte yihadista que abría y cerraba para no ser detectado.
Las investigaciones comenzaron en 2010 y cobraron impulso cuando se detectó en el domicilio de Maya Amaya a varios yihadistas llegados de Francia.
Maya Amaya, que había seleccionado previamente a los dos ciudadanos franceses, a los que iban a preparar para su marcha inmediata a Siria, se encargaba de organizar y coordinar el envío de yihadistas a ese país y asegurarles vuelos, alojamientos, contactos en la zona y envíos de fondos una vez en su destino.
Organizaciones terroristas
El Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL), Jabhat Al Nusra (JN) y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), todas ellas organizaciones terroristas en la órbita de Al Qaeda, han sido las principales receptoras de los voluntarios captados por esta red.
Algunos de los captados se integraron plenamente como dirigentes de esos grupos y participaron activamente en atentados y ejecuciones públicas, mientras que otros fallecieron en el transcurso de operaciones terroristas perpetradas en esas zonas de conflicto.
Otros detenidos
A la vez que esta red era desmantelada, fueron detenidos tres miembros de esta misma célula asentados en Marruecos: Tarik Ahnin, Soufian el Moumni y Mohamed Karraz, a los que no se juzga en España.