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La asociación pedirá una subvención a Bienestar Social para alquilar un local donde ofrecer este servicio
La Asociación Melillense de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Amlega) presenta una idea pionera en la ciudad: la creación de un observatorio de delitos de odio por LGTBIfobia y de atención a cualquier miembro del colectivo LGTBI, especialmente a aquellos que se encuentren en riesgo de exclusión social por su orientación o identidad sexual o de género.
El presidente de Amlega, Rafael Robles, explicó a El Faro que este servicio está orientado sobre todo a menores de edad que por su orientación sexual o por su transexualidad sufren acoso social, no sólo escolar, pero también a migrantes y demandantes de asilo en Melilla que huyan de su país por ser perseguidos por esta misma cuestión.
Para poder llevar a cabo este observatorio y centro de atención LGTBI, Amlega necesita un local, instalaciones de las que a día de hoy todavía no dispone al no tener recursos suficientes para establecer una sede. Hasta la fecha han utilizado salas y locales cedidos por otras entidades locales; de hecho, actualmente los integrantes de Amlega se reúnen en la asociación del barrio El Industrial. Por ello, Robles presentará la documentación pertinente para optar a la subvención que otorga la Consejería de Bienestar Social a organizaciones locales que trabajan con grupos en riesgo de exclusión y que requieran de un local para desarrollar su programa.
Asesoría legal
La intención de Amlega es utilizar este local como sede en la que poner en marcha este “servicio público” contituido por el observatorio y donde ofrecerían apoyo a quienes por su homosexualidad, transexualidad o identidad de género sufrieran cualquier tipo de acoso o rechazo.
Así, en este centro se realizarían actividades de acompañamiento educativo, jurídico y psicológico a quienes lo necesitaran, especialmente a adolescentes y a migrantes que hayan pedido asilo en la ciudad por ser perseguidos por su orientación sexual. Estas asesorías estarían dirigidas por profesionales de las distintas áreas pertinentes.
Por otro lado, esta sede también serviría de punto de encuentro para que los interesados solicitaran toda clase de información sobre el colectivo LGTBI a la vez que los miembros de Amlega podrían realizar allí sus reuniones y preparar las actividades que realizan a lo largo del año.
Robles también indicó que Amlega tiene la intención de presentarse a la convocatoria de subvenciones para entidades que desarrollan acciones relativas a la prevención de la infección por el VIH/Sida en Melilla. De momento, la asociación está esperando a que se haga público el periodo de solicitudes. Desde Amlega, esperan contar con el apoyo de la viceconsejería de Juventud, la Consejería de Educación y la de Cultura para promover sus actividades.
Un mes para tener listo el protocolo
Desde el pasado mes de octubre, un equipo formado por diez docentes está elaborando las bases de un protocolo contra la transfobia que se aplicará en todos los centros educativos de la ciudad y que verá la luz en diciembre. El presidente de Amlega, Rafael Robles, explicó a este diario que el documento recoge toda clase de situaciones que se pueden dar en un instituto y las actuaciones que se deberían llevar a cabo para solventarlas.
Así, a modo de ejemplo, Robles señaló algunas de las circunstancias que regula y que, a pesar de “parecer una tontería”, afectan al día a día de los alumnos transexuales. Entre algunas de las múltiples situaciones que recogerá este documento marco, se encuentra la de cómo actuar cuando un estudiante trans quiere ir al baño. En este caso, habrá que definir si va al baño masculino, al femenino o si cabe la posibilidad de una tercera opción. “Parece una situación normal, pero genera muchos dolores de cabeza”, aseveró Robles.
Además, otro hecho “bastante normal”, como el de pasar lista, puede ser un problema para los alumnos que estén realizando la transición de sexo y haya profesores que se nieguen a llamarles por el nombre solicitado acorde a la identidad de género del alumno. “La Ley de 2007 del cambio de nombre en este contexto sólo es válida para adultos, no para menores”, lamentó Robles.