-
Partido de gran nivel el que se vio en la tarde de ayer en Son Moix. Al Decano se le escapó en el último cuarto, un partido en el que mandó
El Melilla Baloncesto cayó en Son Moix en una final de infarto ante el Palma Air Europa en un final que pudo ser muy distinto si Edu Gatell no hubiera fallado una situación fácil en el último ataque del partido (82-85). De esta manera el Melilla acaba con la racha triunfal en la cancha de un rival directo al que podría haber distanciado a tres partidos en la pelea por entrar en play-off.
El conjunto de Alejandro Alcoba empezaba como un tiro y con dos triples de Jorge Sanz y una canasta del recién llegado Massine Fall, para suplir la baja de Oliver Arteaga, el Melilla arrancaba el parcial con un parcial de 0-8. Sin embargo la respuesta mallorquina llegó inmediatamente con una réplica de siete puntos para posteriormente conseguir empatar el partido con un triple del base Carles Bivià (10-10). La escuadra visitante volvía a tomar la delantera y en un final de periodo con ambos equipos con la mirilla afinada desde los tres puntos sería el Melilla quien cerraría el primer capítulo por delante en el electrónico (20-24).
En los primeros compases del segundo periodo Palma y Melilla mostrarían dos estilos dispares. Los isleños seguirían apostando por el lanzamiento exterior mientras que los de Alcoba movían más el balón para tratar de buscar situaciones fáciles en la pintura. Así iban a conseguir una ligera ventaja que se aumentaría con un triple de Marcos Suka-Umu, que iba a obligar al técnico local, Xavi Sastre, a parar el partido con un tiempo muerto porque veía como se le alejaba el conjunto melillense en el luminoso (29-36).
El parón no despertó al conjunto local que sólo aguantaba el partido gracias a los triples de Bivià, pero sí que consiguió frenar el lúcido ataque del Melilla, que bajó sus porcentajes en el tiro. Así se llegaba al descanso con el partido abierto (41-46). Alfredo Ott cogería el protagonismo del equipo de su equipo en los primeros instantes del tercer periodo para lo bueno y para lo malo. Dos canastas del americano permitían al Melilla seguir comandando el partido hasta que un parcial de 7-0 culminado con un triple de Roger Fornas para el Palma Air Europa devolverían las tablas (52-52). Cuando los mallorquines se volvían arriba y la afición se volcaba con los suyos apareció Pablo Almazán con un triple de los que duelen para impedir cualquier opción de que los isleños se adelantaran. Tras un pequeño impás en el que ambos conjuntos se mostraron aciagos de cara a aro, se entraba en el último minuto del tercer parcial en el que se recuperó la efectividad a canasta. Un triple de Pedro Rivero volvía a adelantar al Melilla. Bivià contestaba de inmediato con otra canasta de tres puntos y Héctor Manzano completaba una jugada de canasta más tiro libre adicional para mantener la ventaja visitante (60-63).
En la última jugada del tercer acto Toni Vicens iba a anotar desde media distancia para dejar un marcador apretadísimo a falta de diez minutos por jugar (62-63). Bivià abría el último cuarto con un triple que ponía por primera vez a la escuadra balear por delante en el marcador. A partir de ese momento no hubo un dominador claro en el partido y ambos conjuntos se alternaban el mando del encuentro.
El Melilla llegaría a los últimos cinco minutos de partido con una ligera ventaja de 72 a 77 tras un contraataque culminado por Edu Gatell. Melilla conseguía una renta de hasta siete puntos pero varios errores en el ataque devolvieron la vida a un Palma que volvía a apretar las tuercas con un parcial de seis a cero que forzaba el tiempo muerto de Alejandro Alcoba (81-82).
Los melillenses desaprovecharon dos oportunidades para dejar el partido muy de cara y a diez segundos para el final mandaron a Mikel Úriz a la línea de tiros libres. El base navarro anotó ambos lanzamientos y adelantaba al Palma Air Europa.
La última jugada planteada por Alcoba salió a la perfección pero Edu Gatell falló una situación fácil desde debajo la canasta para que la victoria se quedara en casa. Melilla cometió una falta a la desesperada y Úriz amplió la diferencia final a 85-82.