EL Faro abre hoy su información con unas declaraciones que deben invitar a todos aquellos que tienen hijos de corta edad, y no tan pequeños, a cuidarlos con la mayor de las responsabilidades. Según ha podido averiguar este periódico, el Servicio de Socorrismo de nuestras playas ha comprobado que, en lo que va de temporada veraniega, más de 10 niños se han perdido de sus padres o los familiares a cuyo cuidado se encontraban en las zonas de baño.
Aunque finalmente los propios socorristas o agentes de la Policía Local han podido encontrar a los padres, es obligatorio hacer desde estas páginas una llamada a la responsabilidad.
Según las fuentes que ha consultado este periódico, hay algunos casos que claman al cielo por la dejadez de algunos padres para con los cuidados a sus hijos. Es el caso de un niño de cuatro años que fue hallado por un socorrista en la playa de La Hípica cuando su padre se encontraba en la de San Lorenzo.
El menor estuvo a cargo de los vigilantes durante 45 minutos, hasta que estos pudieron dar con su progenitor. Esta persona y otros padres deberían tener presente que los socorristas no están para hacer de ‘cuidadores’ de niños que se pierden en la playa, sino para salvar a quienes sufran algún percance en el agua. Los que deben cuidar a los menores son sus padres o los familiares con los que han acudido a la costa.
Por este motivo, la Consejería de Seguridad Ciudadana ha destacado que el hecho de que haya socorristas no exime a los adultos de la responsabilidad que los obliga a cuidar a los niños a su cargo.
Diez casos de niños perdidos, aunque hayan sido encontrados, son demasiados. Algunos de estos menores, aparte, no tenían ni flotadores ni manguitos, con lo que el grado de dejadez de sus familiares es aún más grave. Es triste ver cómo hay gente que no es consciente de la responsabilidad que implica cuidar a un pequeño.