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Los barcos de las aduanas española y francesa finalizaron ayer una operación conjunta en nuestra ciudad. Intervinieron 2,3 tonelades de hachís
El puerto de Melilla contó en la mañana de ayer con la presencia de un nuevo buque: el ‘Fulmar’. Es un barco de la Vigilancia Aduanera de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y que sirve principalmente para combatir el tráfico de drogas en alta mar.
Dicho buque iba acompañado del Jean Francoise Deniau, de la Aduana francesa. Según Enrique Rodríguez, delegado de Planificación y Control de Andalucía, Melilla y Ceuta de la Agencia Tributaria, estos dos barcos han estado desarrollando conjuntamente durante tres semanas la Operación Pascal (se inició el pasado 3 de julio y finalizó ayer).
Rafael Sopuerta, responsable del área de Operaciones Aeronavales de Vigilancia Aduanera, indicó que en dicha operación no sólo participaron los buques que ayer atracaron en las aguas de Melilla, sino todos los patrulleros del Mediterráneo así como medios aéreos.
Sopuerta señaló que con esta operación conjunta, que se desarrolla por segundo año consecutivo, los servicios aduaneros franceses “han ayudado a reforzar la vigilancia del Estrecho y La Línea (Cádiz)”, donde se ha detectado un aumento del tráfico de “embarcaciones semirrígidas”. “En total, se han llevado a cabo tres aprehensiones de droga en tres embarcaciones, que se han saldado con un total de 2,5 toneladas de hachís y media docena de detenidos”, informó Sopuerta.
Aduana francesa
Por su parte, Mikaël Le Pimpec, agregado aduanero de la Embajada de Francia en España, subrayó la importancia que este tipo de operaciones tiene para la Aduana Francesa, ya que les permite comprobar sus nuevas herramientas, como el patrullero Jean François Deniau y los medios aéreos con los que ha participado. “Sabemos que si reunimos nuestras fuerzas, somos mucho más fuertes contra los narcotraficantes”, afirmó Le Pimpec, poniendo como ejemplo los resultados obtenidos en la Operación Pascal, que concluyó ayer.
Características
El Fulmar, de 61 metros de eslora, está dotado de medios técnicos muy avanzados como dos embarcaciones rápidas para operaciones especiales, de intervención en alta mar. Puede actuar como remolcador y de helipuerto para la evacuación de heridos. Además, cuenta con celdas para los arrestados.
Lleva el nombre de un ave marina de la familia de los petrel y supera los 20 nudos de velocidad. Su color azulón fuerte tiene un porqué, el hacerle inivisible en alta mar.
El patrullero ‘Fulmar’ comenzó a actuar en mayo de 2006. Con este nuevo barco se pretendía mejorar el servició que venía prestando el ‘Petrel’ en la lucha contra el contrabando de tabaco, narcotráfico y el blanqueo de capitales, así como dar apoyo a toda actividad de Aduanas e Impuestos Especiales.