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Una jornada sobre urbanismo y movilidad analiza la adecuación de las infraestructuras viales de la ciudad
La arquitecto técnico del área de Accesibilidad Universal e Innovación de la Fundación ONCE Carmen Fernández aseguró ayer que “garantizar la accesibilidad universal no es sólo una cuestión normativa, sino sobre todo de Derechos Humanos”. Estas declaraciones se enmarcaron en la jornada ‘Diseñando ciudades y pueblos para todas las personas’ que tuvo lugar en el Real Club Marítimo de Melilla, donde numerosos expertos debatieron sobre urbanismo y movilidad y analizaron la adecuación de las diversas infraestructuras viales de la ciudad.
El acto de inauguración contó con la participación del director de la ONCE en Melilla, Carlos Alberto Gordillo; la presidenta del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), María Dolores Arjonilla; el director general de Vivienda y Urbanismo, José Luis Matías; y del consejero de Coordinación y Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo.
Estos cuatro representantes coincidieron en impulsar medidas que favorezcan la circulación a ciudadanos con necesidades especiales, ya fueran del tipo de movilidad por problemas motrices o por circunstancias como la ceguera, sordera y otros síndromes o patologías que refuercen la necesidad de disponer de sistemas que garanticen accesibilidad universal.
Mejoras en Melilla
Carmen Fernández aterrizó ayer en la ciudad autónoma y, según aseguró en declaraciones a El Faro, Melilla es una localidad “bastante plana, a priori es fácil hacer adecuaciones” con tal de mejorar el acceso a todos los ciudadanos. Sin embargo, esta arquitecto técnico señaló que hay “mucho patrimonio construido en el que hay que invertir” para mejorar su accesibilidad. Esta especialista indicó que parece que hay un “cierto interés por parte de la Administración en hacer las cosas poco a poco” y felicitó por las mejoras realizadas en los desniveles mediante la instalación de rampas y la adecuación de los vados y pasos de cebra.
Fernández realizó la ponencia ‘Aplicación de la accesibilidad. Cambio de actitud’, en la que remarcó que Melilla “no es uno de los peores sitios, pero todavía hay cosas por hacer”, en referencia a la necesidad de seguir trabajando por la mejora de los carriles bici, la peatonalización de las calles y la señalización de las vías.
En esta línea, el director de la ONCE en Melilla recordó que su entidad trabaja constantemente para salvar los obstáculos que impiden o dificultan el acceso universal a personas con algún tipo de discapacidad.
Gordillo celebró que en esta jornada participaran profesionales y personas de distintos sectores, desde arquitectos hasta personas relacionadas con Fomento y Medio Ambiente para poner en común problemas y soluciones que plantean en el día a día y que afectan a cientos de ciudadanos que padecen alguna discapacidad. El director de la ONCE remarcó que su entidad siempre ha buscado la colaboración de otros organismos para mejorar su atención y dar una cobertura mucho más amplia.
Denuncias ciudadanas
La presidenta de Guelaya, Rosa Mª González, miembro de la Mesa de Movilidad de la ciudad, expuso a este diario el pasado mes de junio algunas de las trabas más comunes que dificultan la accesibilidad universal a muchos ciudadanos. Entre ellas se encuentran las aceras demasiado elevadas sin rebajes para sillas de ruedas o carritos, otras demasiado estrechas que fuerzan a bajar de la acera a uno de los viandantes y algunas con farolas en medio que impiden el paso y obligan a dar un rodeo.
Por otro lado, explicó que los pasos elevados son un gran acierto para facilitar el cruce de un lado al otro de la calle sin necesidad de depender de los rebajes, a la vez que fuerza a los conductores a reducir la velocidad e ir con algo más de cuidado.
Por su parte, el presidente de la asociación Melilla ConBici, Javier Bocanegra, añadió que los reductores de velocidad suponen un gasto importante y, sin embargo, los coches hacen más ruido y no siempre son efectivos. En su lugar recomendó la instalación de pasos elevados al considerarlos más económicos y facilitar de este modo la accesibilidad para todos. También criticó la estrechez de las aceras y el mal estado en el que se encuentran los pasos de cebra.