Más de 1.200 inmigrantes han intentado saltar la valla fronteriza de Melilla en los primeros seis meses del año 2016, de los cuales sólo 56 han conseguido entrar en España por esta vía, a los que se suman otros 438 subsaharianos que lo hicieron en dobles fondos de vehículos.
La Guardia Civil ha dado a conocer hoy en una nota de prensa estos datos, correspondientes a la primera mitad del año, coincidiendo con la visita a Melilla del director general del instituto armado, Arsenio Fernández de Mesa, que ha asistido a la toma de posesión del nuevo jefe de la Comandancia en la ciudad autónoma, el coronel Antonio Sierras.
La vía con mayor número de entradas hasta el momento en Melilla es la ocultación en vehículos, ya sea en dobles fondos o en otros espacios, dado que durante los 6 primeros meses de este año se ha producido la entrada de 438 subsaharianos por este método.
El tráfico de drogas a través del puerto comercial con destino a la Península constituye un tipo de delincuencia habitual, y la Guardia Civil ha intervenido en los últimos cuatro años casi 35 toneladas de hachís ocultas en vehículos, enseres o adosada al cuerpo, y ha detenido a 652 personas, con un promedio de 163 cada año.
Los principales cometidos de la Guardia Civil en Melilla se centran en la seguridad ciudadana, la lucha contra la inmigración irregular y el tráfico de drogas, así como el terrorismo yihadista.
Para ello, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla cuenta más de 600 efectivos, distribuidos en las especialidades de Seguridad Ciudadana, Servicio Fiscal, Equipo de Protección de la Naturaleza (Eprona), GEAS, Servicio de Información y Policía Judicial, entre otras.
Además, en la actualidad hay destacados 60 miembros de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) dedicados a la protección del perímetro fronterizo, lo que supone tres Módulos de Intervención Rápida (MIR).
El director general de la Guardia Civil ha visitado también el buque oceánico Río Miño, que desde el 1 de junio ha interceptado a 145 inmigrantes en aguas del Mediterráneo.