El presidente de la Comisión Islámica indica que en la mayoría de los comedores los cocineros son musulmanes y hay menú halal.
El presidente de la CIM (Comisión Islámica de Melilla) Driss Mohamed, aseguró ayer en declaraciones a El Faro que la ciudad necesitaría el doble de profesores de religión islámica. Explicó que actualmente hay once y no son suficientes porque la población musulmana en las aulas es muy numerosa. Explicó que actualmente los docentes de esta asignatura tienen que turnarse en diferentes aulas, lo que supone “un quebradero de cabeza”. Asimismo, indicó que en otras confesiones la plantilla es mayor aunque las necesidades sean menores.
Las declaraciones de la CIM surgen a raíz de la denuncia de la Unión de Comunidades Islámicas de España (Ucide) que apunta que se están incumpliendo los acuerdos con el Estado en materia de enterramientos, asistencia religiosa en hospitales y cuarteles y en educación. Acusó a las consejerías de Educación de “discriminar al alumnado musulmán”.
La Ucide precisó que actualmente hay 48 profesores en las aulas de nuestro país repartidos entre País Vasco, Andalucía, Aragón, Canarias, Cantabria y Ceuta, además de nuestra ciudad. En el resto de regiones no hay docentes para esta materia.
Otra de las cuestiones que denuncia la Ucide es que el menú halal de los comedores escolares “depende de la buena intención de las contratas y de los centros”, pero los que no quieren ofrecerlo “se escudan en la falta de normativa concreta reguladora”.
En este punto, el presidente de la CIM apuntó que en Melilla no existen problemas. Dijo que la mayoría de los cocineros contratados en los colegios son musulmanes y ajustan la dieta a las creencias islámicas.
Otras de las cuestiones que indica la Ucide es que en el ámbito laboral tampoco se respeta la ley por parte de todos los empresarios y los trabajadores deben pedir un día libre para poder disfrutar de sus festividades, y en algunos casos solamente de un permiso de algunas horas para el oficio religioso de las dos Pascuas.
Apuntan que los horarios de los centros de enseñanza y de trabajo no tienen en cuenta el horario de la zalá del viernes del musulmán, lo que produce una cierta “coacción implícita o explícita” al alumno y al trabajador.
Tampoco tienen en cuenta el horario de ayuno en el mes de Ramadán, por lo que los empleados en horario vespertino encuentran dificultades para organizar su ayuno y rezos, subraya el informe.