Media ciudad de Melilla se paraliza cada viernes. Hay bares, restaurantes y comercios que cierran a mediodía.
Otros que abren no sirven alcohol. Es el día de la oración más importante para los más de 30.000 musulmanes que hay en la localidad. Son los viernes de oración. Cientos de fieles melillenses y muchos otros que vienen de Marruecos abarrotan las mezquitas de la localidad para asistir a esta cita religiosa, incluso, provocando que mucha gente tenga que rezar en las aceras de la calle.
Los bares, restaurantes y resto de comercios melillenses no abren o cierran a mediodía. Los que sí trabajan ese día no sirven alcohol. “Lo dice el Corán. A esa hora (en torno a las 14:00 horas) hay que interrumpir cualquier actividad comercial y dirigirse a la mezquita para llevar a cabo la oración”, explica a El Faro el presidente de la Comisión Islámica de Melilla (CIM), Dris Mohamed Amar.
En español
Mohamed Bachaouch Benaissa es el encargado de ofrecer el sermón y conducir las oraciones y los rezos de los fieles en la mezquita de El Tesorillo. Además, cuenta con una particularidad importante y es que lo hace en español. “En Melilla la comunidad musulmana habla español, mientras que el idioma del mensaje coránico es el árabe”, destaca Bachaouch y justificando así el hecho de que él imparta estos discursos en esta lengua. Es el único que lo hace en esta ciudad.
Mezquitas abarrotadas
La mezquita de El Tesorillo es una de las que cada viernes se abarrota de musulmanes que acuden a la oración, en su mayoría hombres. Las mujeres, como es costumbre, rezan en otra sala separada. Hay decenas de fieles que tienen que quedarse a orar en la calle debido a que muchos templos melillenses se han quedado pequeños para la cantidad de gente que acude a esta importante cita religiosa. “La semana pasada tuve que rezar en la calle. Había mucha gente por las aceras”, señala Mohamed Amar.
En este sentido, Bachaouch manifestaba que Melilla “es un ejemplo de tolerancia y convivencia” y los musulmanes poseen “toda la libertad del mundo” para llevar a cabo su vida religiosa. “Las quince mezquitas melillenses se llenan todas cada viernes, incluso, viene gente de Farhana y Nador”, expone.
Rezo obligatorio
“La oración del viernes es la que obliga realmente a todos los creyentes a rezar en la mezquita. Es la que tiene más éxito por ser obligatoria” y tiene que hacerse en el templo, porque debe realizarse en comunidad”, argumenta el presidente de la CIM.