Una vista se suspende y se reanuda al rato al recordar el letrado que faltaban testigos por declarar.
“Le veo a usted poco centrado en este juicio, abogado”. Así se dirigió el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla al letrado que ejercía la acusación particular en un juicio a un hombre al que la acusación imputaba varios delitos, entre ellos, los de “estafa”, “falsificación de documento público” y “alteración de paternidad”.
El abogado acusaba a B. M. de hacerse pasar por el padre de un niño “a sabiendas de que no lo era” y de conseguirle documentación. Por ello, solicita una pena de cárcel “dos años y seis meses” por estafa y “un año y tres meses” por falsificación de documento público. Asimismo, reclama “nueve meses” por la alteración de paternidad, indicó a El Faro.
Ante la ausencia de una testigo considerada clave por la acusación, el juez acordó la suspensión y aplazamiento del juicio. Sin embargo, instantes más tarde, el abogado recordó que faltaban por declarar dos peritos que él había solicitado y que debían hacerlo mediante videoconferencia. Así, el magistrado ordenó reanudar la vista, no sin ocultar su enfado por el despiste del letrado.
Uno de los peritos, de la Policía Nacional, dijo no recordar si B. M. había solicitado un permiso de residencia para el niño en 2011. Y otra funcionaria afirmó “no recordar nada” de ese procedimiento.
La fiscal no coincide con la acusación presentada por el abogado y considera que no existen los delitos que se imputan a B. M.
El letrado de la defensa se opuso al de la acusación afirmando que su cliente ya había sido sometido a un proceso civil en el que se determinó que no era el padre biológico del niño. “Es una cuestión civil que ya ha sido resuelta, no hay delito penal”, señaló el abogado defensor.