Seis familias se concentraron ayer en la Plaza de España porque temen quedarse sin un techo. Las que viven en la Residencia de Estudiantes tienen que irse a finales de mes.
Se puede decir que lo que empujó a 30 personas a manifestarse ayer en la Plaza de España fue el miedo. El miedo a verse sin un techo bajo el que cobijarse, el temor a que termine el plazo que les han dado en hoteles y otros alojamientos donde residen para buscar otra casa. Se trata de seis familias que fueron desalojadas tras el terremoto de 6.3 grados en la escala de Richter que hizo temblar Melilla el pasado 25 de enero.
Ahora, a pocos días de que se cumplan dos meses desde que este hecho cambiara la vida de estas personas, tienen miedo de no tener un lugar al que ir. Es la historia de familias enteras que van “tirando”, viviendo en lugares que no son su casa.
Residencia de Estudiantes
Todo comenzó cuando a tres de las seis familias que fueron realojadas en la Residencia de Estudiantes y Deportistas les comunicaron que tienen que dejar este lugar antes del 31 de este mes. Aseguran que no se les ha ofrecido una alternativa habitacional y que tampoco pueden volver a sus casas, porque siguen en ruina.
La noticia se extendió entre los residentes del Hotel Nacional, que en la concentración de ayer, pese a no haberles sido comunicado que tengan que dejar estas instalaciones, decían temer verse en la calle con sus hijos.
Ayuda en alquiler
Las 30 personas que se concentraron ayer, por tanto, lo hicieron para pedir que se les dé un lugar donde residir si son expulsadas del hotel o la Residencia. De hecho, comentan que han intentado buscar un piso, pero que no pueden hacer frente a los gastos iniciales para establecer un contrato de arrendamiento.
Sobre este asunto, unánimemente exponen que la Consejería de Bienestar Social les ayudará a pagar la primera mensualidad de un posible contrato de alquiler, pero la traba la encuentran a la hora de firmar el documento.
Nómina, precios a los que no pueden hacer frente o meses de fianza que no pueden pagar de golpe son algunas de las razones que hacen que estas familias vean insuficiente la oferta de la Administración local.
Comentan que los propietarios de viviendas y las inmobiliarias ponen unas condiciones que no pueden afrontar. Si no encuentran casa, tampoco recibirán la ayuda de Bienestar Social.
Una familia con seis niños que sigue viviendo en la calle
El pasado sábado El Faro informaba de la situación de una familia con seis niños que al no tener permiso para quedarse en el albergue de San Vicente de Paúl pasaba las noches al raso, desde el pasado jueves. De hecho, duermen junto a la Comisaría de Policía Local de la ciudad.
Ayer, esta familia se encontraba en la manifestación de 30 personas que protestaban por el miedo a no tener ningún lugar al que ir si les echan de los sitios de donde han sido realojados.
Esta familia en concreto, cuyos cabezas son M.O. y M.Y., no tienen permiso de residencia en España y no están empadronados en la ciudad. Sin embargo, dicen que tres de las niñas nacieron en Melilla y vivían en una casa que fue declarada “en ruina” tras el terremoto del 25 de enero.
Sobre este tema, el consejero de Bienestar Social, Daniel Ventura, expresó en declaraciones a El Faro que se trata de un caso al que hay que aplicar la Ley de Extranjería, dado que si la familia vivía en la ciudad no lo hacía con los permisos pertinentes.
Por lo tanto, los hijos de 17, 16 y 9 años, los gemelos de 7 y la única niña de 5 años, seguirá durmiendo en la calle ante la imposibilidad, también económica, de costearse una vivienda.